Manuel J. Jáuregui / Maldición

AutorManuel J. Jáuregui

Hay una palabra en el léxico de la vida pública democrática que es peor que una maldición, vaya, es aún más hiriente e insultante que una sonora mentada de madre en plena MISA de doce.

Esta palabra, cuando se pronuncia o se actúa sobre ella, genera secuelas terribles de DOLOR, pues configura un ANATEMA en la democracia, en los libres mercados, en el mundo de la inversión y en el campo de lo económico porque es considerada la más NEFASTA de todas: la que todos deben evitar.

Esta palabra es E-X-P-R-O-P-I-A-C-I-Ó-N. Tan sólo en las últimas 48 horas en DOS OCASIONES ha sido no sólo pronunciada -lo cual espanta-, sino aplicada en MÉXICO -lo cual dispara el PÁNICO-.

En nuestro Congreso la pasearon en hombros varias veces dentro de la nueva Ley de Hidrocarburos aprobada ayer, dándole a la Sra. Nahle (de la SENER) la facultad de expropiar a concesionarios privados en petróleo y petroquímica.

Adicionalmente, una vez más en Tijuana, colindante con San Diego, California, donde el Gobernador de AMLO, Jaime Bonilla, decretó la expropiación de 50 hectáreas del Club Campestre de Tijuana. Ello encima de la cancelación de la planta de Constellation Brands en Mexicali. Ambas expropiaciones fundamentadas en un "sondeo de opinión" entre las jaurías morenistas.

Las expropiaciones, aquí, allá y acullá, VIOLAN el concepto de la propiedad privada, cuya garantía defiende nuestra Constitución (y universalmente) y cuyo RESPETO irrestricto forma la piedra angular no sólo de la inversión, sino del crecimiento económico, ya que están íntimamente ligados a las prácticas democráticas.

Un país que no respeta la propiedad privada es uno en el que no hay democracia, que no genera CONFIANZA y en el que se desmorona el nivel de vida de los ciudadanos en una SEQUÍA de inversión que coarta el desempeño económico, la creación de empleos y, en consecuencia, el bienestar de los ciudadanos.

¡Qué profundo POZO están cavando nuestros Gobernantes para que en él caiga maniatado y herido el futuro de México! La ligereza con la que actúan estos señores en contra de todos los principios básicos de las más elementales prácticas democráticas infunde pánico.

Se habrán enterado ya, amigos lectores -y por ello lo mencionamos-, que a consecuencia de todos los DISPARATES que hacen y pronuncian nuestros actuales gobernantes, SALIERON de México en el último corte más de CINCO MIL MILLONES de DÓLARES.

Ya ha iniciado, pues, la FUGA DE CAPITALES, espantados, asustados, apanicados, por el desparpajo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR