Manuel J. Jáuregui / Obediencia ciega

AutorManuel J. Jáuregui

Cuando nuestros constituyentes elaboraron la Constitución de 1917 visualizaron una República democrática en la que predominaba la independencia y equilibrio entre los Poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

La idea, obviamente, fue crear un sistema de CONTRAPESOS que evitara las DICTADURAS que en nuestra historia nacional generaron harto daño. Durante toda la "dictablanda" se SIMULÓ la existencia de este sistema democrático cuando en realidad había un dominio absoluto del Ejecutivo.

En el 2000 muchos pensamos que por fin habíamos dado paso al sistema democrático y republicano al que aspiraron nuestros constituyentes y por el que lucharon mexicanos visionarios que se enfrentaron al sistema, corrieron riesgos y pagaron las consecuencias de ponerle alto al poder absoluto.

Tristemente, nuestro País ha dado un giro inesperado y nos encontramos de nuevo en la misma situación que en las siete décadas del dominio priista, pues ahora tenemos un PRI absoluto y autoritario sólo que navegando con otro nombre: Morena.

No hay independencia de Poderes, hay -como ya lo dijo el Presidente- OBEDIENCIA CIEGA, únicamente vale y se aplica la voluntad de un solo hombre, el Presidente, que es obedecido ciegamente por el Poder Legislativo, tribunales, jueces y hasta organismos supuestamente autónomos como el INE, que ha sido presionado y doblegado plegándose a la voluntad del Ejecutivo en el otorgamiento de registros a nuevos partidos y en la aprobación de la pregunta sobre el juicio popular a los ex Presidentes, algo absurdo, que costará 8 mil millones de pesos, haciendo que el avión presidencial y su costo "suntuario" palidezcan.

Por cierto, ¿en dónde está el supuesto comprador para el avión que dijeron tener?

Todo son pamplinas, estamos exactamente igual que con la dictablanda, cambiamos para regresar al punto de partida, una democracia simulada con una fachada de lucha anticorrupción que sirve de paraguas para todas las decisiones unilaterales que toma el Ejecutivo.

¡Y si alguien osa criticar, entonces está a favor de la corrupción! Sólo la voz del que manda vale, las demás ni cuentan ni se escuchan: estamos en un monólogo permanente.

No pretendemos ser sombríos con nuestros comentarios, por el contrario, hay señales alentadoras: recientemente hemos visto chispazos de exitosa oposición...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR