Manuel J. Jáuregui / ¡Suerte, matador!
| Autor | Manuel J. Jáuregui |
Vemos al Presidente Peña muy delgado, muy flaco, no de enfermo, pues trae buen color, sino seguramente de preocupación, de estrés, de angustia, ante el hecho evidente, que no se le escapa, de que su sexenio está a punto de terminar y que se le han juntado un cúmulo de broncas que enturbian su legado y complican sobremanera su cierre sexenal.
Ha de estar pensando, muy probablemente, que en tan sólo una semana se sentará -en territorio enemigo- a negociar con uno de los "bullies" más abusivos del planeta, que odia a México y que nos pretende humillar para sentar un ejemplo global ante el resto del mundo, algo parecido al grandulón aprovechado del salón que en el patio del recreo la agarra contra el más débil para que el resto de los niños le agarren miedo.
Cierto es que en muchas ocasiones hemos criticado al Presidente Peña, pero también es cierto que hemos reiterado que NADIE en su sano juicio desea que le vaya mal, pues ello equivale a desearle mal a todo México.
Algo que nadie queremos, sino exactamente al revés: si Peña hace bien las cosas y atina en sus decisiones le irá bien a México, algo que todos los mexicanos anhelamos.
Entonces nos preguntamos si esa delgadez extrema que muestra (aun en la pantalla chica que dicen que "engorda" como 10 kilos) nuestro Presidente no será un reflejo de su estado anímico, pues si acaso anda desinfladón, desanimado, cansado, angustiado, no estará en ÓPTIMAS condiciones físico-mentales para echarse unos 10 rounds con el multimentado Donald J. Trump.
Así que les queremos plantear algo rara vez visto en este espacio: independientemente del gasolinazo, la electrocutada y el gasto y endeudamiento excesivos -por lo cual merece DENTRO de México, y a manos de los mexicanos, una sonora rechifla-, en lo que respecta a su inminente viaje a Washington, tenemos que APOYARLO.
Disponemos de una semana para infundirle ánimo, para hacerle sentir que a la hora de defender al País los mexicanos hacemos a un lado nuestras diferencias para unirnos ante el enemigo.
Idea que, por ejemplo, planteó y difundió brillantemente el Grupo Banorte, y al cual pensamos que debemos sumarnos todos.
Si Peña irá a Washington a rifarse el pellejo -y el futuro de México- ante el odioso Trump, que vaya con el respaldo de todos los mexicanos, pues es en defensa de la MISMA causa, que es la del futuro de nuestros hijos y de los hijos de nuestros...
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