Manuel J. Jáuregui / Todopoderoso

AutorManuel J. Jáuregui

Daenerys Targaryen, ex heroína y Reina de Dragones de "Game of Thrones", no es la única que ha perdido la cordura.

Parece que a nuestro México Mágico llegó el contagio y están saliendo debajo de las piedras una serie de "politólogos" e "ideólogos" obsoletos que no han podido sobreponerse a una discusión económica que se definió en 1976... y en contra de sus creencias.

Esto sucedió cuando Milton Friedman, el padre de los Chicago Boys, recibió el Premio Nobel de Economía.

Imposible nos resultaría resumir en este espacio todo lo que en su larga vida logró este gran economista, pero quizás esta frase lo pueda resumir:

"Friedman proponía fortalecer los derechos constitucionales que dan pie a las libertades económicas, al fomento al crecimiento industrial y comercial en soporte a la democracia, la libertad y la prosperidad, ello simultáneamente fortaleciendo el imperio de la Ley en la sociedad".

Famosamente, es a Friedman a quien se le atribuye la inmortal frase: "Si un Gobierno administrara el Sahara ¡se acabaría la arena!".

Friedman es también, y de manera muy importante, el cerebro detrás de la milagrosa recuperación económica en Estados Unidos que gestó el Gobierno de Ronald Reagan y que continuó -y duró- los ocho años de Bill Clinton.

Hizo lo mismo en Gran Bretaña asesorando a la "Dama de Hierro", Margaret Thatcher, quien de estar perdida con la economía británica en un marasmo creado por el estatismo vivió una recuperación dramática que retornó al Reino Unido por el sendero de la prosperidad.

Donald Tsang, administrador de Hong Kong, otro milagro económico, sumarizó en breves palabras la semilla, el núcleo de la sabiduría de los Chicago Boys: "Mercados grandes, gobierno pequeño".

Ésa, en resumidas cuentas, amigos, es la idea que ha guiado a las más exitosas economías del mundo desde hace 45 años.

¡Excepto en el México actual!

La discusión teórica sobre el papel del Gobierno en la economía (simplemente regulatorio) acabó hace casi medio siglo.

Pero mientras, aquí en nuestro México, más patas pa'rriba que Westeros, vamos en la dirección opuesta: con un Gobierno que se cree capaz de construir por su propia cuenta refinerías (desde hace 12 años no se construye en todo el mundo una sola refinería; sobra capacidad tan sólo en Texas: "no compres lo que puedas rentar"), los márgenes son...

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