Manuel J. Jáuregui / Calidad crediticia

AutorManuel J. Jáuregui

El reporte de la calificadora internacional Standard & Poor's (S&P) no podía ser más claro: "la calidad crediticia de algunos estados y municipios en México sigue limitada debido a administraciones financieras poco sólidas, posiciones de liquidez restringidas y deterioro en su desempeño presupuestario".

Destaca como factores negativos la calificadora la "LIMITADA TRANSPARENCIA fiscal y planeación financiera" que predomina.

¿Y saben ustedes, amigos, cuándo inició este deterioro que hoy señala S&P?

En el maldito momento en que gobernadores y alcaldes comenzaron a conjugar, asesorados por diablos de las finanzas, el verbo "pignorar".

Yo pignoro, tú pignoras, ellos pignoran.

Este término es un eufemismo elegante que equivale a HIPOTECAR.

Las finanzas de estados y municipios de nuestro País no están sanas porque en los últimos años se puso de moda "bursatilizar" la deuda de estas entidades mediante la modalidad de HIPOTECAR los ingresos futuros a cambio de un pago presente, GRANDE, que a muchos les permitió gastar (Y ROBAR) a lo lindo, comprometiendo la salud financiera de FUTUROS trienios y sexenios.

No pocos estados y municipios me- xicanos han hipotecado ingresos propios derivados de ISN, predial, tenencia y diversas participaciones federales, entre muchos otros.

Obviamente, al hipotecar ingresos a futuro, el flujo disponible para inversión de la entidad se ve reducido: hay estados que han hipotecado hasta por QUINCE años importantes fuentes de ingresos propios.

A nuestro juicio, ningún gobernador o alcalde debe de tener la facultad de hipotecar los bienes o ingresos de su estado más allá del periodo que le corresponde.

No debe valer heredar trácalas enormes a futuras generaciones: no es ético, no es moral y no es justo.

Las observaciones que ha hecho S&P en las que relata la REDUCCIÓN en la calificación de la deuda de algunas entidades dada la "limitada transparencia" e INCREMENTO de las deudas que manejan debemos tomarlas como una señal de alerta.

¡Pos claro!

Si ya se gastaron (o robaron) el futuro resulta obvio que después de cierto tiempo ya no quedan recursos libres de ningún tipo, y cualquier pago o inversión requiere más deuda, ya que un antecesor se aventó el tiro de comprometer ingresos que no le tocaban, sino que correspondían a futuras administraciones. Esto de las deudas es como una bola de nieve que al rodar...

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