Manuel J. Jáuregui / ¿A esos precios?
| Autor | Manuel J. Jáuregui |
Llega un canguro a la cantina, se arrima a la barra, y le pide al atónito cantinero un tequila.
Sorprendido éste ante el aplomo del bizarro parroquiano, sin decir nada, se lo sirve.
El canguro apura el brebaje de un codazo y pide otro.
Entre desconfiado y temeroso, el cantinero se lo sirve y más tarda en ponerlo en la barra que en ser depositado de un trago el preciado líquido en la panza del marsupial.
"¡La cuenta, por favor!", dice enseguida muy quitado de la pena el canguro.
Temblando y de lejecitos, con miedo, el cantinero se la da.
"¿Qué le pasa, amigo?", le pregunta el canguro.
"¡Es que nunca había visto un canguro!", responde el cantinero.
"¡Y con estos precios", le replica el marsupial al revisar la cuenta, "¡jamás volverás a verlo!".
Hagan de cuenta que, igualito que al cantinero, nos pasará a nosotros: con los preciecitos del gas que nos cargamos, es posible que jamás volvamos a ver el rara avis de la jauja económica.
El gas natural mexicano es uno de los más caros del mundo (si no es que EL MAS).
En los últimos dos años, el precio de este preciado recurso, del cual somos poseedores y productores, ha oscilado en nuestro país de 4.10 a 5.20 dólares por millón de BTUs (Unidad Termal Británica).
En este mismo lapso, las industrias competidoras de las nuestras en los mercados mundiales, como Malasia, Argentina, Venezuela e Indonesia, han manejado un precio menor a UN dólar por millón de BTUs.
Esto es: CUATRO veces menos.
Aun comparados contra países no productores de gas, que deben importarlo todo, andamos por los suelos.
Bélgica e Irlanda, por citar dos, han manejado precios internos de entre 2.60 y 3.80 dólares del 2001 al 2003, lo cual resulta considerablemente menos que en México.
Cabe recalcar que nuestro gas es caro debido a la POLITICA de impuestos que impone el Gobierno y que esencialmente le aplica un impuesto del cien por ciento al precio final del gas, arriba de los 2.60 dólares por millón de BTUs.
Esto es, del precio mencionado en adelante, TODO lo que pagan los consumidores por este energético es IMPUESTO FEDERAL.
Darle prioridad a la recaudación vía este bien primario es lo que encarece el gas en nuestro país, lo que nos resta competitividad, lo que nos frena en el desarrollo económico y lo que impacta negativamente...
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