María Amparo Casar / La Moncloa a 30 años

AutorMaría Amparo Casar

Hace 30 años -el 27 de octubre de 1977- el gobierno y los partidos políticos españoles con representación política en el Congreso firmaron los Pactos de la Moncloa. Días después fueron ratificados por diputados y senadores. Los pactos incluyen dos documentos distintos: el Programa de Saneamiento y Reforma de la Economía y el Programa de Actuación Jurídica y Política. El primero fue suscrito por todos los grupos parlamentarios. En el segundo se quedó fuera Alianza Popular.

Por razones que desconozco, los Pactos de la Moncloa han sido multicitados por políticos y analistas mexicanos más por su contenido político y como ejemplo de una transición exitosa que por su tenor principal: un conjunto de acuerdos para llevar a España a la modernidad económica.

No puede negarse la importancia de los acuerdos sobre el Programa de Actuación Jurídica y Política para revisar o emitir la legislación referida a la libertad de expresión, los medios de comunicación social de titularidad estatal, el derecho de reunión y de asociación política y las libertades públicas. Pero mucho se había avanzado ya en la Ley para la Reforma Política de enero de 1977 que fue uno de los hitos de la transición española. Más importantes aún fueron los compromisos para reformar el sistema de seguridad y justicia incluidos el Código de Justicia Militar, la ley de Enjuiciamiento Criminal y la reorganización de los cuerpos y fuerzas de orden público.

Pero si en algo fueron ejemplares los Pactos de la Moncloa fue en los acuerdos logrados para el saneamiento y relanzamiento de la economía española. En ellos se parte de un diagnóstico sobre la economía española en el que se destacan tres desequilibrios fundamentales: una persistente y alta tasa de inflación, un desarrollo insatisfactorio de la producción que ha generado una fuerte caída en la inversión y cifras de desempleo elevadas y un desequilibrio en los intercambios con el extranjero.

A partir de tan sencillo pero compartido diagnóstico, los representantes del gobierno y de los partidos políticos manifestaron "su deseo de afrontar y resolver constructivamente esos problemas en un clima de cooperación responsable que contribuya a la consolidación de la democracia". Para ello, partidos y gobierno convinieron en la necesidad de llevar a cabo dos grupos de acciones: "las dirigidas a equilibrar la economía con actuaciones a corto plazo y las encaminadas a la realización de importantes reformas que encaucen la economía y la sociedad...

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