La marca letal del opio

AutorRicardo Pérez

El freno a las drogas sintéticas como el fentanilo, un analgésico de uso médico 50 veces más potente que la heroína, y otras sustancias derivadas del opio se ha convertido en una prioridad en la relación de México y Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Un promedio de 175 estadounidenses mueren cada día por sobredosis de drogas, principalmente el fentanilo, de acuerdo con datos del gobierno norteamericano.

El fenómeno se ha disparado. En un año, las muertes por sobredosis se duplicaron en Estados Unidos, al pasar de 33 mil en 2015 a 64 mil en 2016. Más de medio millón de estadounidenses murieron por abuso de drogas en los últimos 16 años.

En México, fueron contabilizados casi 19 mil muertos por narcoviolencia en 2015 y 23 mil un año después. En 2017, sumaron 30 mil, la mitad de los fallecidos por sobredosis y consumo de drogas en Estados Unidos.

Lo dramático del caso es la conexión en esas elevadas tasas de mortalidad en las dos sociedades. Los consumidores norteamericanos pelean por adquirir un producto ya en mercado negro, debido a las restricciones gubernamentales, y prácticamente se suicidan al consumirlo porque en laboratorios mexicanos es potenciado letalmente. Y, en la guerra por el control de la materia prima y de los laboratorios y territorios donde se enclavan, grupos criminales cobran la vida de miles de jóvenes sicarios. Una cadena de muerte enlazada en los dos países.

En octubre pasado, Trump declaró una emergencia nacional por la crisis de opioides y fijó el combate al uso de esta droga como la prioridad número uno de su gobierno. Creó una comisión interinstitucional encabezada por el ex gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, para analizar las causas y posibles soluciones, y prometió todo el apoyo institucional a agencias y gobiernos estatales.

Según la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), gran parte del fentanilo que está matando a cientos de estadounidenses cada día pasa por México o incluso puede que se produzca aquí, en laboratorios clandestinos, con precursores químicos importados de China.

Por la naturaleza ilícita de estas operaciones, no está claro cuánto del fentanilo que se consume en Estados Unidos proviene de México, pero el gobierno de ese país asegura que heroína adulterada con fentanilo de gran potencia (un proceso que posiblemente se dé en México, según la DEA) está causando el dramático incremento en las muertes por sobredosis.

En México, el gobierno estadounidense ha...

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