Marca a Marín el escándalo sobre Cacho

AutorFrancisco Rivas

Corresponsal

PUEBLA.- Mario Marín deja el cargo de Gobernador, pero se lleva consigo el mote de "Góber precioso" que le perseguirá como un estigma que se ganó a pulso, afirmaron investigadores en materia política.

Para Alejandro Guillén Reyes y José Ojeda Bustamante, investigadores de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y de la Universidad Iberoamericana (UIA), respectivamente, el caso Lydia Cacho marcó el sexenio.

Ambos coincidieron en que a Marín se le percibe en dos etapas, una antes y otra después del escándalo.

Guillén Reyes mencionó que todas las expectativas creadas alrededor del Mandatario, en donde incluso se pretendía construir un proyecto transexenal, se vinieron abajo por un error.

Mencionó que una llamada telefónica, la de Kamel Nacif, modificó los planes políticos de un grupo y en particular marcó a Mario Marín.

"Sin duda, creo que no hay otra forma de cómo sea identificado, no hay otra forma en la que se le recuerde.

"Constantemente viajo a otras entidades de la República y generalmente o desafortunadamente cada vez que me saludan me dice, 'cómo va tu Góber precioso'; es inevitable", manifestó Guillén Reyes.

Ojeda Bustamante comentó que se trató de un sexenio con excesos, opacidad, de decisiones unilaterales, sin un esquema claro de Gobierno, aún cuando debe reconocerse que existió mucha obra pública, cuya presencia fue más de legitimación tras la crisis del caso Cacho.

El académico admite que el apelativo de "precioso" quedará para la historia política...

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