Ofrece Marcel Marceau ramilletes de esperanza
| Autor | Dora Luz Haw |
Delgadísimo, con su ramillete de esperanzas en la mano, la cabellera totalmente revuelta y su rostro tatuado por el tiempo, Marcel Marceau llegó ayer al "México profundo", como él lo llama, para iniciar una gira por el país que culminará con una presentación pública el 31 de mayo en el Parque México, según informó Felipe Radrigán, director general de FR Producciones.
El artista francés, cuya trayectoria se remonta a más de 50 años de historia, es considerado como "el mimo más grande del mundo", calificativo que no le incomoda del todo puesto que al preguntarle por qué cree que hasta ahora su trabajo sigue teniendo tanto éxito, responde: "Quizás porque soy el mejor... quizás...".
"Me puse viejo a nivel de rostro, pero mi cuerpo se quedó joven como antes, lo que me permite estar lleno de energía y seguir siendo joven... si no, no habría vuelto", asegura el actor de 73 años con esa fibra misteriosa.
El artista, quien piensa que la pantomima es ese combate entre luces y sombras, asegura que el cine es un arte que nunca envejece porque los actores siempre están ahí. Sin embargo, piensa que la memoria del teatro "va para atrás".
"Si no hay escuelas de teatro, éste desaparece... Por eso en el momento en que fundé la Escuela Internacional de Mimodrama en París, pensé que ésta sería una sucesión. Son jóvenes de 18 y 25 años formados en mi gramática de mimo. Además, dejo mi repertorio, muchos documentales y películas sobre mi arte.
"Pero no quiero una sucesión de mí, sino que formé una gramática fuerte que permitiese a los jóvenes volverse, a su vez, autores de mimodramas", señala Marceau, quien explica que la formación dura tres años y que ésta involucra disciplinas corporales como danza clásica, contemporánea, acrobacia, esgrima, teatro hablado y el arte del mimo heredado de su maestro Etienne Decroux.
Marceau comenta que primero hay que ser nacional y después universal. De ahí que hoy la figura del mimo no sea francesa, sino de un humanista internacional que utiliza un lenguaje (el de los gritos del silencio), que está más allá de la palabra, dimensión que, desde su punto de vista, el público ha comprendido muy bien.
El creador, quien considera que la risa y la emoción es genuina del hombre y que el teatro le permite soñar, explica que es difícil teorizar sobre la evolución de un arte visual.
"El arte del mimo tiene que ver con el espacio y está ligado con el suelo -así como el flamenco--, el cuerpo debe tener un peso alado ¿Esto qué...
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