'La marejada vino hacia las casas'

AutorEdgar Sánchez

Corresponsal

NAVOLATO.- El zumbido del viento que azotaba la noche del miércoles al puerto de Altata alarmó a Érica Sandoval, sin embargo hizo caso omiso y se acostó a dormir, pero media hora después despertó en medio de una inundación.

"Si escuché el viento pero no le hice caso, mejor me acosté a dormir. Yo creo que serían con las nueve de la noche, pero no pasó ni media hora cuando brinqué de la cama porque sentí el agua que me llegó hasta la cama.

"No pude hacer nada, nada más agarré a los plebes (hijos) y me salí de la casa buscando en donde quedarme y me vine a las casas a donde no se inundaron tanto. El agua me llegó casi al cuello, sentí que me iba a morir ahogada", narró la mujer sentada en una cubeta de plástico, en el porche una de las viviendas en Altata.

Recordó que pasaron la noche en vela, viendo el vaivén de los árboles, la destrucción de casas de cartón y la infraestructura de por lo menos 20 restaurantes de mariscos que mantienen la economía del campo pesquero.

"Recorrí entre el agua, en lo oscuro y bajo la lluvia muchos metros para poder ponerme a salvo junto a mi familia. Nosotros no estábamos enterados de que pudiera pasar, vimos a unos guachos (soldados) que estaban sacando gente de aquí, pero a nosotros no nos dijeron nada".

"En toda la noche no pudimos dormir, pensando en que el agua nos llegaría, nos dio mucho miedo. Ahora, a ver como recuperamos lo que...

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