Marius de Zayas y el círculo de Stieglitz

AutorAntonio Saborit

El Museo Metropolitano de la ciudad de Nueva York al fin decidió exponer públicamente parte del acervo que guarda en sus bodegas del artista mexicano Marius de Zayas (1880-1961). La muestra, brevísima, sí: doce piezas en total, pero asimismo toda una novedad para quienes jamás hayan visto una sola cosa de nuestro Marius, lleva el título que aparece en lo alto de esta columna, y a su modo rinde homenaje a una de las figuras emblemáticas de la vanguardia.

La imponente presencia de Alfred Stieglitz al frente de las Little Galleries of the Photo-Secession -sita en el 295 de la Quinta Avenida- como innovador, animador y promotor, según informa la cédula de la sala, se las arregló para convertir ese sitio en un santuario del arte moderno entre 1905 y 1917. No por nada el Museo Metropolitano incluyó dos de los retratos que Marius le hizo a Stieglitz.

Marius de Zayas conoció a Stieglitz cuando este último ya estaba hecho a la soledad de sus propias convicciones, en el centro de una comunidad reunida por él en torno a la idea europea del secesionismo y de lo que la fotografía debía llegar a ser, la cual contaba desde enero de 1903 con una muy suntuosa revista, Camera Work, así como con un espacio para exponer sus tanteos, The Little Galleries of the Photo-Secession, precisamente, inaugurado el 24 de noviembre de 1905.

Marius de Zayas así guardó en su memoria el encuentro con el ya legendario Stieglitz:

"Yo tenía mi estudio en Nueva York. Quería soledad. No quería relacionarme con nadie para exhibir o vender mi obra. Pero un día, en 1907, llegó un hombre a mi estudio y se puso a ver mi trabajo. Así nomás. No dijo quién era. Luego supe que fue porque un crítico de arte le habló de mí. Yo trabajaba en The New York Evening World, también hacía dibujos para mí. Me preguntó qué hacía, si quería vender o exhibir. 'Hago lo que está viendo. Nada más', contesté. '¿Querría exhibir?', repitió el hombre. 'No', le dije".

Si algo caracterizó a Stieglitz fue su capacidad para escuchar a los demás. Por lo mismo, el NO estaba...

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