Mars Hot

AutorREFORMA - Staff

La combinación Bruno Mars-Red Hot Chili Peppers resultó explosiva anoche en el espectáculo del medio tiempo de la edición número 48 del Super Bowl, entre los Broncos de Denver y los Halcones Marinos de Seattle.

Al ritmo del ídolo juvenil y la popular banda de rock, miles de aficionados en el estadio

Metlife en Nueva Jersey y millones de telespectadores gozaron un show de 15 minutos lleno de pirotecnia, luces multicolor y espectacularidad.

Las fans de Mars estallaron en júbilo al verlo tocando la batería de manera explosiva en una escenografía movible que lo transportó hasta el escenario principal para cantar "Locked Out of Heaven".

Enfundado en un saco dorado, Mars fue ovacionado desde el principio con sus pasos de baile, muy al estilo de James Brown.

Unos segundos después de su primer número, el cantante dio paso a sus éxitos "Treasure" y "Runaway Baby", los que prendieron al público por las amenas coreografías de Mars y sus músicos.

"¡Hagan ruido para los Red Hot Chili Peppers...!", exclamó la estrella para dar la bienvenida al vocalista Anthony Kiedis y los Red Hot Chili Peppers.

De manera frenética los músicos tomaron por asalto la escena para cantar con todo "Give It Away" junto a Mars.

La explosión de emociones entre los fans despejó las críticas previas al show, que cuestionaban si era adecuada la unión de ambas celebridades.

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