Entrevista / Maru Orza y Martín Sesana / Con pasión desenfrenada
| Autor | Rogelio Elizalde |
Aunque nada tiene de nueva la fantasía de querer viajar por el mundo sin parar, lo sorprendente es que hay personas que sí la han conseguido. La historia de Maru Orza y Martín Sesana, como otras, involucra sacrificio, pero, sobre todo, ayuda de muchos sobre el camino.
Esta pareja de periodistas bonaerenses sentían que sus viajes, sin importar si eran de dos o seis meses, siempre resultaban cortos y se quedaban con ganas de seguir en el camino. Así, sin más, compraron una combi, la cual equiparon para poder dormir y cocinar en ella, y en febrero de 2012 arrancaron hacia Bolivia.
Este viaje no tenía tiempo de duración, mucho menos una fecha de regreso. La idea era ser libre: no depender de aventones, autobuses y tampoco de hoteles. El presupuesto de gasto diario promediaría 20 dólares entre ambos y la Kombi Rutera, como le nombraron a su nuevo hogar.
Casi dos años y medio después, las cifras los respaldan como expertos roadtriperos: 5 mil litros de gasolina, 14 llantas ponchadas y 40 mil kilómetros recorridos, aunque no todos de felicidad, algunos también de estrés y preocupación.
Uno de esos sucedió en Piura, al norte de Perú, donde les robaron pasaportes, dinero y tarjetas de crédito. Aunque el trago amargo casi inmediatamente pasó, cuando el pueblo se solidarizó con ellos brindándoles hotel y comida.
"En los malos momentos te das cuenta que nunca estás solo", dice Martín.
En Colombia chocaron la combi y resultó un problema conseguir las refacciones y repararla. Una semana después murió la abuela de Maru, lo que les hizo dudar si continuar o no. Decidieron seguir y de Cartagena de Indias montaron el auto a un buque y ellos volaron a Panamá para saltar el Tapón de Darien, el único tramo faltante de la Carretera Panamericana.
Hicieron buenos amigos en cada uno de los países de Centroamérica, y por Belice subieron a México. El cambio de paisaje, cuenta Maru, fue espectacular. Las carreteras y la infraestructura hotelera eran mucho mejores, pero no las disfrutaron.
"Los lugares dependen de tu ánimo. Riviera Maya es un lugar increíble pero estábamos cansadísimos y los vimos con ojos de agotamiento", recuerda Maru.
Eso fue hace 11 meses, y aún siguen en México. Todavía planean estar un mes más en San Cristóbal de las Casas...
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