Memorias de La Silla / Así nació el PRI

AutorGuadalupe Loaeza

Acerca del PRI he escrito miles de artículos. En ellos, lo he descrito en agonía, muerto, resucitado, en coma, renacido, vuelto a morir, con crisis de identidad, pero sobre todo lleno de corruptos.

Así que este 4 de marzo, en que cumplió 89 años, pensé que pocas veces ha existido un partido tan fuerte, capaz de soportar a militantes tan poco ejemplares, con los cuales se pueden llenar miles y miles de páginas. ¿Qué otros partidos tendrán la misma edad del PRI? Sin duda este partido ya superó incluso al Partido Comunista de la URSS, que nació en 1917, pero que murió en 1989. Ignoro si en Europa hay un partido tan antiguo, y casi no puedo imaginar otro partido tan desprestigiado. No obstante, es un partido que lleva años ganando elecciones. Para explicar este hecho, han visitado nuestro país miles de historiadores, sociólogos, economistas y politólogos, pues en el mundo casi nadie da crédito de tantos triunfos a pesar del descontento y de los problemas de México. Carlos Monsiváis decía que la causa por la que el PRI ganaba las elecciones era gracias al voto de autocastigo de los mexicanos.

Lo cierto es que no sabría decir si el PRI llega a sus casi nueve décadas tonificado o completamente debilitado. Ignoro si está por renovarse, ya que lo ha hecho varias veces a lo largo de su historia, o por el contrario, lo vamos a volver a ver sumido en una nueva agonía. Sin embargo, casi se puede decir que el siglo XX es el siglo del PRI. Para entender cómo surgió hay que pensar que en 1928 acababa de ser asesinado Álvaro Obregón, el presidente electo y el primero que intentaba reelegirse luego de la caída de Díaz. Para nada se imagina que iba a morir unos días antes de llegar de nuevo a la Presidencia. Por otra parte, desde 1910, cuando fue el levantamiento de Madero, en todo el país se habían despertado las ambiciones de todos los caudillos. Así que México se llenó de alzados por todas partes. Claro, de alguna manera se tenía que terminar todo eso, así que Plutarco Elías Calles, que tenía un poder enorme, dijo una de las grandes frases de todo el siglo: que se debía pasar de un México de caudillos a un México de instituciones. Curiosamente, la creación de ese "México de instituciones" coincidió con un periodo que era todo lo contrario, es decir, el "Maximato", como se le llamó al periodo en que Calles mandaba en el país a través de los tres presidentes que impuso.

Cuando murió Álvaro Obregón, Calles llamó a Emilio Portes Gil para que se...

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