Menos pastillas, más terapia

AutorRamón Clériga

Ya que frecuentemente se abusa en el uso de los psicofármacos y por la importancia que esto tiene es vital informar y advertir sobre aspectos fundamentales de estos medicamentos. Sólo los psiquiatras u otros médicos pueden recetarlos, los psicólogos no están autorizados ni tienen los estudios para prescribirlos.

En algunas enfermedades, como la depresión severa o la esquizofrenia, los medicamentos son necesarios. En el resto de casos, es siempre el paciente quien debe decidir si los toma o no al ser informado sobre cuáles son las ventajas e inconvenientes.

La medicación es eficaz y sirve para lo que se le diseñó. Los laboratorios han creado compuestos cada vez más específicos y con menos efectos secundarios, y aunque todavía queda mucho por descubrir, los efectos secundarios son muy diferentes en cada persona; por ello, se deben tomar en dosis mínimas y durante el menor tiempo posible. En ningún caso un paciente por su cuenta debe modificar las dosis prescritas ni dejarlas bruscamente.

Los medicamentos pueden influir en dos maneras: Por un lado minimizan los síntomas más desagradables y permiten progresar en la mejoría más rápidamente y, por otro lado, incrementan el riesgo de que el paciente atribuya los avances al medicamento y no a al trabajo psicoterapéutico, lo que puede propiciar que abandone la terapia. Los fármacos son útiles, pero no suficientes y no sustituyen en ningún caso la terapia psicológica. Atacan los síntomas más evidentes, pero la causa del malestar sigue allí.

¿LOS MÁS RECETADOS?

Los grupos de psicofármacos más recetados son los siguientes: · Ansiolíticos y sedantes. Estos son útiles para calmar la ansiedad y poder dormir; pueden crear adicción, por lo que se debe ser muy cuidadoso. Esta familia llamada de las benzodiazepinas es variada, su duración y potencia depende del compuesto. Los efectos secundarios también son diversos, el más común es que "atontan" en diversos grados, también pueden dar problemas gástricos y mareos, aunque en general se toleran bien.

Algunos son recetados junto con antidepresivos para ser tomados durante periodos más o menos largos. Muchas personas que nunca han visto a un psiquiatra los consiguen y toman.

Si se dejan de consumir bruscamente, los síntomas pueden ser muy agudos: insomnio, mareo, vómitos ocasionales, dolor de cabeza y muchos nervios, de tal modo que si los toma no se le ocurra dejarlos sin control médico. Es peligroso, mezclarlos con alcohol ya que se potencian los efectos de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR