Mercados llenos de color, sabor y olor

AutorEdgar Anaya

Los mercados son como el amor: con placeres para todos los sentidos y remedios para todos los dolores... y siempre llenos de sorpresas, comenta Miguel Angel Hinojosa, amante de estos lugares tradicionales.

Si los mercados mexicanos son fiestas desbordantes de sabor, color, olor, texturas y sonidos, cuanto más se viven estas sensaciones durante los días previos a la fiesta más profunda y difundida en México, más se disfruta del Día de Muertos.

En casi todos los mercados, principalmente del centro y sur del país, la celebración se hace presente con la venta de, por lo menos, calaveras de dulce, calabaza y flor de muerto, pero en algunos mercados, fijos o ambulantes, la variedad y cantidad de productos mortuorios es enorme e, incluso, se establecen tianguis especiales con los alimentos y objetos para surtir las ofrendas, mesas y decorados de las casas.

Son verdaderos museos vivos y bullentes de cultura popular y de tradición milenaria, únicos en el mundo, que dejan con la boca abierta de sorpresa a los extranjeros y que podríamos valorar y disfrutar mucho más.

Los mercados de Día de Muertos pueden ser, más allá de lugares de abasto, muy disfrutables y sorprendentes paseos familiares gratuitos y atractivos al ojo sensible y observador.

En la Ciudad de México los grandes mercados ofrecen también espectáculos de cantidad, color y variedad de productos. Ya sea en el Mercado de Jamaica, el de la Merced o el de Sonora, por ejemplo, y no se diga la Central de Abastos y su mar de flores.

En el resto del país, sólo como ejemplos de algunos famosos, cabe citar al de Yecapixtla, un tianguis que la última semana de octubre extiende sus numerosas mercancías para Todos Santos junto al antiguo convento de la población morelense.

En el Tianguis de Yecapixtla, dice Mary J. Andrade en su libro "Día de Muertos en México", la vida se vive, transforma y comparte en cada uno de los puestos dedicados a la venta de artículos para honrar a la muerte. Se le llama "tianguis grande" a este mercado que cubre varias cuadras en el Mercado de Yecapixtla, y donde se pueden conseguir los tapetes de paja, jarros, cazuelas, platos y los adornos de colores alegres, al igual que las velas y el papel de china de tonalidades claras, así como la flor de nube para colocarla en el altar de los niños.

Para los adultos, en cambio, está la cerámica de color negro, vidriada, procedente del Barrio de la Luz, en Puebla. Los puestos del mercado que venden pan de muerto, pan de cocolitos en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR