Merma salud de padres de normalistas

AutorJesús Guerrero

TIXTLA.- Doña Bertha Nava se aferra al féretro de madera donde yacen los restos de su esposo Tomás Ramírez, quien murió de insuficiencia renal tras cuatro años de exigir justicia y castigo a los asesinos de su hijo Julio César.

El joven murió acribillado junto con otros dos de sus compañeros de la Normal de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.

"Ahorita ya está con nuestro flaquito. Yo luego te alcanzo", dice doña Bertha a manera de despedida y con los ojos llenos de lágrimas.

Presente en el funeral, Vidulfo Rosales Sierra, director del Centro de Derechos Humanos "José María Morelos y Pavón", denuncia que la falta de justicia por parte del Gobierno mexicano ha provocado que en los padres y familiares de los normalistas haya un desgaste en la salud.

"De por si la desaparición forzada trae efectos psicológicos y de salud; y a cuatro años sin justicia, la salud de al menos 17 padres está muy mermada", dice.

Los padres de los normalistas, señala, padecen diabetes, hipertensión arterial y algunos otros males.

Don Tomás padecía diabetes, lo que dañó sus riñones. De acuerdo con allegados, desde enero se complicó su salud; sin embargo...

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