México y Cuba: Caminos divergentes

AutorRafael Rojas

"Para consolarnos, no tenemos más que mirar al pueblo amigo de México, que es el que nos queda más cerca", escribió en 1890 el poeta y político José Martí, fundador de la nacionalidad cubana. Consuelo y cercanía parecen ser las nociones que definen esa fraternidad tan celebrada por los discursos diplomáticos y que, en los dos últimos siglos, da cuenta de recurrentes tensiones y convergencias. Cuba y México son, en efecto, dos países muy próximos, pero sus culturas e historias y, sobre todo, sus respectivas fronteras con una misma potencia, Estados Unidos, han sido y son muy diferentes.

Amigos fueron José María Heredia y Lorenzo de Zavala, Benito Juárez y Pedro Santacilia, José Martí y Justo Sierra, Francisco I. Madero y Manuel Márquez Sterling, Jorge Mañach y Alfonso Reyes, José Vasconcelos y Fernando Ortiz, José Lezama Lima y Octavio Paz. En México, vivieron el primero y el último de los grandes poetas cubanos, José María Heredia y Eliseo Diego, y los dos políticos fundamentales de la historia de Cuba: José Martí y Fidel Castro. Desde México se impulsaron las dos revoluciones del siglo 20 cubano, la de 1933 contra Gerardo Machado y la de 1959 contra Fulgencio Batista.

El gran debate entre dos de las más importantes poetas y ensayistas de la literatura cubana, la católica Fina García Marruz y la marxista Mirtha Aguirre, no fue sobre religión y política, sino sobre el pensamiento poético de Sor Juana Inés de la Cruz. Las cuatro grandes revistas de la cultura cubana (Cuba contemporánea, Revista de Avance, Orígenes y Ciclón) dedicaron sendos números a la literatura mexicana. Plural y Vuelta abrieron sus páginas a clásicos del exilio cubano, como Guillermo Cabrera Infante o Severo Sarduy, y tal vez no exista, en la crítica hispanoamericana, una lectura de Reinaldo Arenas tan viva y suscitante como la de Carlos Monsiváis.

La Revolución de 1959 fue aplaudida por la mayoría de los intelectuales mexicanos. Ahí están, para documentar aquella alegría, los libros de Fernando Benítez y Enrique González Pedrero, los números de Casa de las Américas dedicados a México, los viajes de Carlos Fuentes y José Emilio Pacheco a La Habana. Entre 1968 y 1971, cuando se produjo el debate en torno al poemario Fuera del juego de Heberto Padilla y, finalmente, el encarcelamiento y juicio del poeta, la zona liberal de la intelectualidad mexicana hizo público su rechazo al régimen de Fidel Castro.

En los últimos 30 años, las amistades intelectuales entre México y Cuba...

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