Cuando a México lo despertaron temprano

AutorRoberto Zamarripa

Lo delatan los ojos. Brillosos, la hendidura más pequeña. Andrés Manuel López Obrador está tocado, como se dice en el box cuando acaban de asestarle un golpe que hace tambalear al fajador. Sus ojos tienen un dejo de melancolía. Está pero ya no está. Desde el viernes 1o. de abril fue desaforado por la Sección Instructora, señal inequívoca de que en el plenario de la Cámara de Diputados, instalado como jurado de procedencia, se le quitaría el fuero constitucional para separarlo del cargo de jefe de Gobierno capitalino.

Es un golpe maestro. Largamente fraguado, acariciado, construido. Por una vía legal, legaloide, lo hacen a un lado cuando no pudieron con otro tipo de obuses. Ni los videoescándalos, ni la propaganda mediática, ni los vacíos. Ahora sí, el Poder Legislativo le quita su fuero para que el Ejecutivo lo remate. ¿Y si todavía desaforado y encarcelado sigue arriba en las encuestas? ¿De qué lo van a acusar? ¿De que guardaba armas químicas en su hamaca de Copilco?

Reclinado en su silla de respaldo amplio y cómodo, a su lado derecho una pecera pequeña con un pejelagarto que burbujea, el escritorio limpio de papeles, las fotos familiares de sus padres, de su esposa Rocío Beltrán fallecida en 2003, de sus hijos, intercaladas entre los teléfonos de todos los colores incluido el rojo de la red. López Obrador cuenta que ha tenido que pedir a sus colaboradores cercanos que cambien la cara. "Me aplaudieron y les vi la cara. 'Animo', les dije, 'ni tristeza ni enojo'. Eso no vale la pena", cuenta.

Acaba de terminar la reunión donde revisa con su equipo la situación de la seguridad capitalina. Apenas entró al salón con una mesa circular y le aplaudieron.

Es el sábado 2 de abril, a las ocho de la mañana. López Obrador, tabasqueño de 52 años, se sabe desprendido de su cargo y obligado a dar un paso al limbo. Su carrera ha sido interrumpida abruptamente. "Cuando estaba más alto. Traigo el 80 por ciento de aprobación en el Distrito Federal y en las encuestas es el mejor momento", masculla. "Si lo hubieran hecho el año pasado, ahí sí..."

Ésa era, efectivamente, la etapa del tobogán, cuando los videos que atraparon a sus colaboradores corruptos fueron difundidos como cañonazos que se suponían letales para su gobierno y su trayectoria. De aquello, sin embargo, López Obrador se levantó y revirtió las tendencias negativas.

"Está bien, hay cosas positivas. Queda claro quién es quien", resume.

-¿Dolido?, se le dice nada más para ratificar el dejo inequívoco de sus ojos.

-No, espeta como siempre.

-¿Molesto, indignado?

-No, repela.

-No puede ser que no haya molestia, tristeza...

-No, repite para abrir sus silencios de control.

López Obrador echa el tronco hacia delante. Se levanta. "Estoy orgulloso... es estar en la historia".

...

La "conspiración" que ha confrontado a grupos, intereses, partidos, jueces, políticos, ciudadanos, sale de un rincón del viejo palacio de gobierno de la Ciudad de México. La famosa mañanera no es más que un encuentro de media hora con preguntas desordenadas, respuestas breves, a veces con algo más de dos frases o tres ideas.

Uno entra tras identificarse ante vigilantes trajeados que traen su moño en la solapa o los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR