Microfunerarias: Rezan para no morir
REFORMA/Redacción
Las microempresas dedicadas a la industria funeraria en México atraviesan por malos momentos y parecen rezar más que nunca para mantener su clientela.
Casi medio millar de estos negocios que operan en la ciudad de México enfrenta su auténtico "purgatorio" ante la competencia que representan los servicios gubernamentales, como los del IMSS o el ISSSTE.
"Competimos con el Gobierno; el IMSS, el ISSSTE, y el Ejército tienen sus servicios, pero no podemos competir en precio contra ellos, pues tienen el subsidio gubernamental", dice Refugio Juárez Gutiérrez, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Funerarias y Embalsamadores.
Lamenta que la mayoría de las empresas dentro del sector haya tenido que sacrificar utilidades para reducir sus precios y atraer a un mayor número de clientes.
Según datos de la Asociación, que aglutina a 360 de los 480 negocios del ramo que operan en el Distrito Federal y su zona conurbada, los servicios funerarios gubernamentales son entre mil y mil 500 pesos más baratos comparados con los privados.
Un servicio estándar en una agencia particular tiene un costo promedio de cinco mil pesos. La mitad de ese monto corresponde al ataúd y el embalsamamiento del cuerpo; la otra mitad a los servicios de carroza, camión para familiares y capilla velatoria.
Las empresas funerarias privadas, de las que nueve de cada diez son negocios familiares, tienen costos más elevados que las agencias de Gobierno pues tienen que pagar renta, electricidad, teléfono y otros servicios, explica Juárez.
"Estamos orillados a una 'auto explotación' familiar, en las funerarias trabajan las esposas y los hijos, y sólo así logramos que el negocio dé algo", expresa.
El directivo afirma que la Asociación que preside había acordado con las agencias gubernamentales que estas últimas se abstendrían de vender ataúdes caros o de lujo, para no afectar el nicho de mercado de las privadas.
Sin embargo, comentó, las funerarias del IMSS y el ISSSTE han comenzado a ofrecer esos productos, lo que constituye una "competencia desleal", según Juárez.
Si bien las funerarias privadas no pueden operar a los mismos precios que las gubernamentales, confían en que la calidad de sus servicios sea un factor determinante que les permita conservar su clientela.
"No hay ninguna estrategia comercial (para competir contra las gubernamentales). Desgraciadamente nuestros servicios y productos no se prestan a campañas de mercadotecnia, pero confiamos en...
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