MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

San Virila salió de su convento una mañana. Iba al pueblo a pedir el pan para los pobres.

Cuando llegó a la aldea encontró que había hambre. Nadie tenía pan.

El santo, entonces, hizo un montón de piedras, y con un movimiento de su mano las convirtió en pan. Ricos y pobres pudieron comer de él.

Cuando San Virila volvía a su convento el Señor lo reconvino. Le dijo:

-El milagro que por tu medio hice era sólo para ayuda...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR