MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

El día que el filósofo cumplió 50 años descubrió que no había vivido.

Había filosofado, sí, pero no había vivido.

Pensó en su error. Supo entonces que vivir la vida es mejor que filosofar sobre ella.

Con doble llave cerró su biblioteca, cerró también su casa y fue a la de una colega por la que sentía algo que no sabía qué era. Le dijo sin más:

-Voy a viajar unos meses por Europa. ¿Quieres acompañarme?

Ella, sin más, respondió:

-Sí.

Y fueron felices, como dicen al final los cuentos infantiles. Conocieron lugares que nunca habían conocido; hicieron cosas que nunca habían hecho; supieron lo que nunca habían sabido.

Para todo eso sirvió la herencia que él...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR