El mito de Android libre

AutorJosé Luis Adriano

Después de utilizar el Huawei P40 Pro por unas semanas para escribir una reseña me quedó claro: a pesar de ser un teléfono de primer nivel, prácticamente no vale la pena comprarlo a menos que estés dispuesto a sufrir las limitaciones que incluye. Y esto es porque Google se ha convertido en parte tan indispensable de nuestros días que un smartphone sin sus servicios es un dolor de cabeza.

"Cuando discutimos acerca de las grandes plataformas en internet como Facebook, Google, Amazon, de pronto hay un discurso muy válido, medio separatista, que apuesta por el uso de redes sociales libres, de plataformas libres, y que me parece que ese camino no solo es correcto, sino que merecería la pena explorar y fortalecer, pero esta no es la realidad para todas las personas", me dijo Pepe Flores, vocero de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).

Este mes se cumplió un año desde el anuncio donde el gobierno de Trump en Estados Unidos colocó a Huawei en una lista negra de empresas que considera una amenaza a su seguridad nacional, con un bloqueo comercial que se ha mantenido en un hilo desde entonces pero que provocó que Huawei dejara de hacer tratos con Google para usar la versión comercial de Android en sus teléfonos.

El sistema operativo móvil que hoy usan el 74 por ciento de los smartphones del mundo se lanzó inicialmente en 2008, propiedad de Google, pero presumiendo un modelo de código abierto.

"Si tú tomas la foto de hace 10 años, teníamos Android, en nacimiento, teníamos iOS, teníamos BlackBerry, teníamos Symbian, teníamos WebOS, teníamos Windows y teníamos un renglón de 'otros'. Han sido muy eficientes los de Google para acaparar el mercado y hoy parece que vivimos solo con dos sistemas operativos: Android y iOS", dijo Ernesto Piedras, director de The Competitive Intelligence Unit, una empresa que lleva al menos una década monitoreando el mercado de smartphones en México y el mundo.

Lo cierto es que el Huawei P40 Pro (y el Huawei Mate 30 y los teléfonos futuros de la marca) no ha venido sino a hacerme pensar que Android es tan dependiente de Google como iOS lo es de Apple, y que usarlo sin sus servicios es un obstáculo que a final de cuentas termina pagando el consumidor. No solo es que no tenga Google Maps o la tienda de Google Play para bajar todas las demás, como WhatsApp o Twitter, sino que los Google Play Services (una serie de protocolos de seguridad) abarcan a apps que uno no pensaría que tengan relación con Google, como Didi, o...

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