Moldea Jun Kaneko su obra en México

AutorErika P. Bucio

Enviada

CUERNAVACA.- Jun Kaneko (Nagoya, 1942) es pionero en la escultura cerámica monumental.

Aunque sus piezas abrevan de la cultura y mitología japonesas, la gran escala de su trabajo proviene de su contacto con el llamado Movimiento de Cerámica Contemporánea, en los Estados Unidos, país al que llegó en 1963.

Ahí vio las primeras cerámicas de metro y medio de altura, la mitad del tamaño de las piezas que Kaneko ahora elabora.

Este verano, sus tanukis -esculturas del perro mapache, asociado en la cultura japonesa con la fertilidad y la prosperidad- se exhiben en el Millenium Park de Chicago, sitio visitado cada verano por 5 millones de personas.

Una gran sonrisa, abdomen prominente y grandes ojos caracterizan estas esculturas coloridas que llegan a pesar 700 kilos.

Kaneko recibió la comisión de Chicago mientras visitaba el pueblo de Shigaraki, la "capital" japonesa del tanuki, donde se elaboran estas figuras en cerámica desde hace 200 años.

El artista pensó hacer una versión contemporánea de esas criaturas. Un desafío técnico que le llevó tres años resolver en su taller de casi 20 mil metros cuadrados en Omaha, Nebraska, su hogar desde 1986.

Fue en ese tiempo cuando recibió la invitación para trabajar en México en el taller de Juan de Dios Sánchez Arce, especializado desde hace 14 años en la técnica japonesa del rakú.

Cualquier ceramista está familiarizado con esta técnica pero pocos la practican. Kaneko la había ensayado hace mucho tiempo, pero no con las dimensiones en que se hace en el taller de Cuernavaca, Morelos.

"Es difícil hallar un gran estudio de rakú, incluso en Estados Unidos", dice.

La técnica implica "quemar" una pieza durante siete horas a mil 100 grados centígrados y sacarla, incandescente, para depositarla en un contenedor forrado con periódico o viruta, que al hacer contacto se enciende de inmediato.

El humo que se crea dentro de la caja cerrada, donde la pieza permanece enfriándose una hora, la pinta de negro. Algo que sólo se puede lograr con el rakú.

Ninguno de los trabajadores del taller más que su propietario está entrenado para sacar la pieza del horno, aún encendido, en una maniobra rápida y precisa. Es necesario protegerse con un traje de asbesto y evitar respirar en el interior del horno, ante el riesgo de quemarse los pulmones.

Las primeras piezas elaboradas por Kaneko en Cuernavaca fueron unos tanukis que en septiembre de 2012 fueron enviados a Omaha, al taller del artista.

Por ser el rakú una cerámica más...

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