Arquitextos/ Un monumento a la escalera
| Autor | Miquel Adriá |
España ya tiene sede cultural en la ciudad de México. Desde el mes de noviembre el nuevo centro promueve las manifestaciones culturales de España en el exterior, difundiendo la obra de sus artistas y colaborando en la recuperación del Centro Histórico de la Ciudad de México.
En 1997 el Gobierno del Distrito Federal cedió temporalmente dos predios al Gobierno español para albergar la sede del Centro Cultural de España.
La casa existente, afectada en sus cimentaciones por las continuas extracciones de agua del subsuelo, el metro, las excavaciones arqueológicas o los temblores, amenazaba colapso inmediato. Por ello, se procedió a la rehabilitación de este monumento histórico, ubicado en la calle Guatemala, cuya traza corresponde a la Calzada de Tacuba, que partía del Templo Mayor a través del lago y formaba el eje poniente de la ciudad de México-Tenochtitlan. Se trata del edificio más antiguo de la calle y responde a la tipología espacial de las viviendas capitalinas del Siglo 18, conservando la decoración barroca-popular de la fachada principal, en cantera labrada y paramentos de tezontle. Constaba de dos pisos con entresuelo en la parte posterior, desarrollándose en "C" alrededor del patio.
El conjunto está formado por dos predios colindantes: el edificio histórico con fachada a la calle Guatemala y el terreno baldío con acceso desde la calles Donceles. La restauración estuvo supervisada por técnicos del INAH y el proyecto arquitectónico corrió a cargo de Alfonso Govela. La propuesta prevé espacios versátiles de sala de exposiciones, mediateca, salas de talleres, así como recepción, administración, cafetería y tienda, continuando la secuencia de espacios coloniales, que enfatiza el eje longitudinal de la Catedral, con el portal, el antepatio, el patio histórico y su escalera. En la colindancia entre ambas propiedades se conecta lo nuevo con lo existente creando el nuevo núcleo de comunicación vertical -escalera, elevadores y sanitarios- volcados a un gran vacío cubierto y luminoso. El elemento central es una protagónica y torpe escalera de concreto martelinado (con rampas escherianas adyacentes bloqueadas por paredes), que comunica la casa histórica con la cafetería en su azotea, y con el edificio de nueva planta que se construirá en una segunda fase. Este albergará el programa de exposiciones, foros y mediateca, así como un estacionamiento imprescindible, en esta congestionada zona de la ciudad.
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