Morelia para devorar

AutorJosé Arrieta

ENVIADO

MORELIA.- Casi desde su génesis, la historia de esta ciudad está ligada a placeres del paladar. Desde los matlazincas, quienes fundaron la primera población en Guayangareo y aportaron platillos elaborados con maíz, pasando por las monjas dominicas que, en la Colonia, desarrollaron variedad de dulces de leche, hasta los comerciantes de frutas que, por las mermas, crearon el gaspacho.

Imposible pasar por el Mercado de Dulces sin salir cargado de morelianas, laminillas, cocadas, palanquetas y ates.

Tampoco faltan las bebidas. Las hay reconfortantes y sin alcohol, como el atole de galletas, que expenden vendedores ambulantes; ligeras, como los rompopes saborizados de café, almendras o piñón, y potentes, como la charanda, revalorizada recientemente.

En esta tierra fértil, lo lógico era que, tarde o temprano, la gastronomía de autor floreciera. Es momento de saborear, una vez más, Morelia.

SAN MIGUELITO

Desde hace 22 años, un ángel custodia la entrada de uno de los sitios con más tradición en lo que a cocina michoacana de autor se refiere.

Se trata de San Miguelito, un espacio que, por su ambiente, invita a llenarse los ojos con arte mexicano.

Desde las aguas frescas de aguacate hasta la sopa tarasca, cada una de sus propuestas culinarias es un homenaje a la riqueza de ingredientes que produce Michoacán.

"Casi todos los platillos que están en la carta son cocina de autor; algunos resultan una propuesta de compañeros de trabajo, otros de mi hermano y otros han sido contribución o recreación mía", menciona Cynthia Martínez, cocinera y propietaria del establecimiento.

Y aunque su menú base es, sin duda, pretexto más que suficiente para visitar este restaurante, el cual presume también una colección de más de 800 efigies de San Antonio -famosas por el bonche de solteros que acuden a pedir el "milagro" de dejar de serlo-, los festivales de temporada ofrecen, sin duda, variantes aderezadas por la imaginación de Martínez.

-Ubícalo: Camelinas S/N, Fracc. La Loma, (443) 324-2300

TATA MEZCALERÍA

Decía Pablo Picasso que no hay como viajar para fortalecer el vínculo con el terruño. Algo así le sucedió a Fermín Ambás, chef de este sitio que, en tan sólo cinco años, se vuelto un emblemático moreliano.

"Estuve alrededor de nueve años en el extranjero. Creo que de todas las cocinas se aprende, se valora y se...

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