Rebanadas/ Mosaico de sabores
| Autor | Cony De Lantal |
El fin de semana pasado, con mi marido de viaje y sin los niños en casa, invité a comer a mi amiga la diseñadora al Mosaico, ese rico bistro de la Condesa que pertenece a las dueñas de Champs Elyseés.
Mosaico es un lugar donde su decoración típicamente europea y cocina francesa ofrecen un ambiente como pocos en esta ciudad.
Después de sentarnos en una de sus mesas, poco tiempo pasó para que no sólo se llenara el lugar, sino también para hacer esperar algunos comensales.
Con un vasito de vino tinto Siglo Azpilicueta que escogimos de entre cinco diferentes, nos decidimos a pedir como entrada al centro un paté casero de 39 pesos, que disfrutamos acompañado por unos excelentes panes, mostaza de dijon y una mayonesa picosita que te ponen desde antes de ordenar.
Como primer plato elegimos mi amiga una sopa de almejas de $34 y yo un cebiche de sierra de $50, la sopa no dejaba de sacarle expresiones a mi amiga y a mi cebiche no le faltaba ni le sobraba nada, simplemente rico.
Todos los días tienen diferentes platillos como sugerencias, en esta ocasión como la anterior que los visité encontré los riñones de ternera que por lo que veo este plato tiene ya sus fans, mas en esta ocasión también de las sugerencias del día yo escogí el osobuco de ternera y mi amiga el confit de pato, las dos quedamos más que satisfechas con esta cocina tan casera y francesa, a la vez que te ofrece todo un mosaico de sabores.
Es de notar cómo en un lugar tan pequeño puede convivir gente con tan diferentes gustos y personalidades, buscando todos sin lugar a duda un fin común: la buena mesa.
Para seguir acompañando nuestra ya avanzada plática nos dimos el gusto de pedir dos cafés y una tarta de limón de $29, por cierto, lástima que mi marido, no estaba pues es su postre favorito y éste le hubiera encantado.
El único detalle negativo fue el toparnos con un mesero algo distraído, en dos ocasiones tuvo que regresar a verificar la comanda, no sé si será que tantas mesas lo abruman o que andaba en esos días que nomás no.
Ya para salir me paré en el mostrador para escoger un campesino, patés, y unos chocolatines para llevar una variedad de diferentes antojos dulces y salados listos para comer.
Antigua Hacienda de Tlalpan
Ya con mi marido de regreso a principios de semana, me invitó a cenar en lo que prometía ser una noche de reencuentro.
Con este antecedente yo escogí el lugar; la Antigua Hacienda de Tlalpan, ideal para este tipo de ocasiones que por cierto tenía mucho sin...
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