Muestra Sharon sus armas
| Autor | Lourdes Gómez |
Servicio El País
LONDRES.- Sharon Stone afila de nuevo la armas seductoras que mostró hace 14 años, al lado de Michael Douglas.
En Bajos Instintos 2: Adictos al Riesgo, la secuela de este clásico thriller erótico que dirige el escocés Michael-Caton Jones, la actriz comparte estelar con el británico David Morrisey.
En 1992, la película de Paul Verhoeven catapultó a Stone a la cima de Hollywood gracias al personaje de Catherine Tramell, una reputada escritora, asesina en serie y con incontrolables impulsos sexuales.
Desde entonces, fue la actriz quien más peleó y presionó para rodar la segunda parte e incluso tomó las riendas de la producción.
"Interpretar a Tramell no es divertido. Más bien es desconcertante y liberador. Y, por supuesto, un reto superior al de otros personajes", señala la actriz, quien celebró su cumpleaños 48 durante el rodaje en Londres.
En su segunda inmersión en el papel, la actriz parte de la base de que la millonaria escritora es una asesina en serie con dos décadas de experiencia. Se ha mudado a la capital británica y ha reconstruido su glamorosa vida sin perder su magnetismo sexual.
"Es un personaje muy complejo y retador. Y, como actriz, es personalmente duro desnudarse ante la cámara los desnudos, las seducciones, los asesinatos. Es una experiencia de una extraordinaria intensidad sicológica".
Arropada en un albornoz blanco, Stone da pistas de su imponente gancho seductor. Cruza y descruza las piernas una y otra vez evocando la secuencia más comentada y polémica del filme original de Verhoeven.
De la carga sexual en BI:2, Morrisey sugiere que el público no quedará defraudado.
"Sexo directo y explícito. Catherine desata en mi personaje un desbordante deseo que acarrea mucha excitación y peligro", adelanta.
Interpreta a un siquiatra, el doctor Michael Glass, encargado de examinar a la escritora, principal sospechosa de la muerte de un famoso deportista, que encarna el ex futbolista Stan Collymore.
La investigación arranca en la primera secuencia. Hay un accidente de carretera. La conductora (Stone) sale ilesa y su pareja (Collymore) muere. Es la misma trama de la última novela de Catherine Trammel y el detective de Scotland Yard, en la figura de David Thwelis, tiene ya una primera pieza para hilar el caso.
"En mi informe policial, declaro...
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