Mujeres con decisión

AutorGeorgina Montalvo

Obtener el reconocimiento del género opuesto no ha sido la meta de estas mujeres; sin embargo, la firmeza y la libertad con la que ejercen sus decisiones lograron que hombres cercanos a ellas consideraran que esa peculiar forma de andar por la vida es digna de ser compartida con otros.

Ana María Engel, empresaria de 71 años, ha logrado que su negocio esté a la cabeza en la distribución de diademas electrónicas en Latinoamérica; Sandra Luz Reyes, de 56, lleva una buena racha como maratonista; Patricia Martínez, de 42 años, donó un riñón a su esposo hace siete meses y no ha dejado de trabajar en la distribución de equipo médico, y Verónnica Escutia, de 35, fundó una asociación para difundir información sobre fibromialgia, enfermedad que ella padece.

Su esfuerzo personal, coinciden, es el que les ha ayudado a modificar condiciones de violencia y desigualdad que han vivido en diferentes momentos. No niegan que hay avances en materia de equidad de género, pero, al mismo tiempo, reconocen que existen pendientes.

Ejercen el libre albedrío

La toma de grandes decisiones para cambiar lo que les parece injusto caracteriza la vida de estas mujeres.

Sandra se separó de un esposo alcohólico que nunca la apoyó. "Vivimos 23 años en casa de mi suegra, y no me salía porque me daba miedo, pensaba: '¿Dónde voy a vivir?'". Pero al final, cuando él y su suegra la corrieron, se fue a vivir con una amiga, y, con sus ahorros, compró un terreno, construyó una casa para ella y sus hijos, y montó una estética.

"Me siento muy acostumbrada a levantarme de cero; me mantengo sola y a mi actual pareja le digo que me gusta ser autosuficiente", dice la madre de una secretaria, un arquitecto, una psicóloga y un estudiante de derecho.

Ana María, al descubrir la infidelidad de su esposo, quien tenía dos hijos con otra mujer, se divorció, pero su mayor decisión fue seguir adelante a pesar de la muerte de dos hijos.

Como parte de la aceptación de su enfermedad, Verónnica decidió trabajar para que otras mujeres cuenten con información y no se les etiquete de "flojas" o "locas", como se hace con quienes sufren fibromialgia.

Patricia también hizo de la información su mejor aliada. En todo el proceso de enfermedad de su esposo, se documentó para poder elegir la mejor opción para los dos."Los seres humanos tenemos el libre albedrío, nosotros elegimos qué es lo que queremos", dice Sandra.

El género

Ana María y Sandra consideran que las mujeres actuales cuentan con más oportunidades...

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