'El muro de la vergüenza'

AutorAntonio de la Cuesta Colunga

Tiempo atrás, el presidente de Estados Unidos anunció una importante movilización de las guardias nacionales de los estados fronterizos con México hacia la zona limítrofe entre ambos países. La justificación fue la creciente incursión ilegal de mexicanos a territorio estadounidense, la cual estaba generando serios malestares a las comunidades cercanas a la frontera. El gobierno de México opuso poca resistencia a tales medidas debido a que su principal preocupación era garantizar su continuidad y mitigar los diversos focos de descontento a lo largo del país. De hecho, llegó a permitir la entrada de una fuerza expedicionaria armada de nuestro vecino del norte a suelo mexicano, cuyo objetivo era perseguir a quienes las autoridades norteamericanas consideraban como criminales. Todo esto ocurrió entre 1916 y 1917 cuando el entonces jefe de la Casa Blanca, el demócrata Woodrow Wilson -artífice por cierto del fracasado proyecto de la Sociedad de las Naciones tras la Primera Guerra Mundial-, ordenó el despliegue de 158 mil miembros de las guardias nacionales a la línea divisoria con México, a fin de prevenir y contrarrestar las transgresiones a su frontera por parte de Francisco Villa y sus huestes. Asimismo, el presidente Venustiano Carranza consintió el ingreso de la llamada Expedición Punitiva, con el célebre John Pershing al frente, la cual constó de unos 12 mil efectivos y pretendió capturar -sin éxito por cierto- al Centauro del Norte.

Carranza vio en la participación de tropas estadounidenses una oportunidad para deshacerse de uno de tantos dolores de cabeza que enfrentaba su gestión. A fin de cuentas, el mandatario mexicano pudo concretar el proyecto creador de nuestra actual Constitución en 1917, los militares de la Unión Americana se replegaron y salieron del país -muchos de ellos serían reasignados al frente europeo contra los ejércitos del káiser y sus aliados-, mientras Villa permanecería como una amenaza -al menos para Carranza y sus sucesores- hasta 1923. Desde aquellos días, los conceptos se han ido transformando a pesar de mostrar caras similares.

El 15 de mayo de 2006, el presidente George W. Bush reveló su intención de colocar a 6 mil elementos de las guardias nacionales en labores de cooperación con la Patrulla Fronteriza de su país. En palabras tanto del mandatario como del entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, las guardias nacionales colaborarán en la operación de equipos de vigilancia, análisis de inteligencia, instalación de muros, construcción de caminos para el patrullaje fronterizo, y entrenamiento de nuevos agentes. Se espera que, en el transcurso de los próximos 2 años, esos 6 mil milicianos sean sustituidos de manera paulatina por fuerzas civiles de la Patrulla Fronteriza quienes, a su vez, ya habrían tomado parte de su adiestramiento con los militares asignados a la frontera. Por otro lado, unos meses después, el 27 de octubre de 2006, el presidente Bush firmó la ley de muros seguros (Public Law 109-367). Dicha legislación prescribe la potencial edificación de mil 100 kilómetros de barreras a lo largo de la línea divisoria con México. Ahora bien, el despacho de guardias nacionales a la frontera y la construcción del bien denominado "muro de la vergüenza" (aunque no por las razones esgrimidas en algunos medios de comunicación) merecen una reflexión a fondo sobre cómo funcionarían ambas medidas y por qué los estadounidenses han decidido llegar hasta estos "extremos" en su tratamiento del fenómeno migratorio y la seguridad fronteriza.

El muro de carne y hueso

La relación de la Guardia Nacional (GN) con México no es nueva. Ya con anterioridad se mencionó el despliegue de la GN a la frontera mexicana en la década de 1910. Previo a ese evento, 7 de cada 10 soldados que pelearon en la Guerra de 1847, donde nuestro país perdió más de la mitad de su territorio, pertenecían a las guardias nacionales. Para tener una idea de la magnitud de este dato, en mayo de 2006, sólo 13 por ciento de las fuerzas estadounidenses en Iraq provenían de la GN. Más recientemente, en 1989, inició operaciones la Fuerza de Tarea...

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