Muse: Totalmente inspirados

AutorMarko Maya

Hay bandas que apenas debutan y logran el estrellato. Muse, sin embargo, es un caso totalmente contrario. A decir verdad, la tercia originaria de Teignmouth, Inglaterra, fue ganándose el respeto poco a poco hasta consolidar su presencia en la escena del rock internacional.

Actualmente, y después de haber crecido entre giras y discos, cuenta con un número de adeptos cada vez mayor y con la posibilidad de sorprender este año con su más reciente disco Black Holes and Revelations, que sale a la venta este 11 de julio.

Pero la capacidad del grupo para superarse a sí mismo no se dio de la noche a la mañana.

El comienzo

Empujados por su inquietud de hacer rock, tres colegiales entre 13 y 14 años formaron Rocket Baby Dolls, no sin antes haberse aventurado con los grupos Gothic Plague y Fixed Penalty.

Matthew Bellamy, hijo del guitarrista George Bellamy de la legendaria banda británica de los 60, The Tornados, se puso al frente para cantar, tocar la guitarra y el piano.

Por su parte, Chris Wolstenholme se encargó del bajo y Dominic Howard de la batería. En 1997 la fuente de inspiración los tocó y cambiaron su nombre a Muse. Pronto se presentaron en varios escenarios locales, incluso en un ring de box del instituto de Teignmouth.

Sus continuas apariciones en lugares cada vez más grandes hicieron que en 1998 el sello TasteMedia les brindara su primer EP titulado homónimamente Muse.

Un año después grabaron Muscle Museum. Este EP dio la pauta para que el sello Maverick, propiedad de Madonna, se fijará en ellos.

No obstante, fue Dennis Smith, dueño del estudio Sawmills, quien creyó en su talento y gracias a él conocieron a la gente de Maverick cuando los llevó a la Unión Americana para que tuvieran algunas presentaciones.

Lo siguiente fue el álbum debut titulado Showbiz, producido por todo un gurú musical: John Leckie, quien ya había trabajado con los Stone Roses, Pink Floyd y Radiohead.

Esta última banda de gran influencia para el grupo y con la que se le relaciona musicalmente.

El disco salió en la segunda mitad de 1999 y tuvo una buena aceptación por parte del público con temas como "Unintended", "Uno", "Cave", "Sunburn" y "Muscle Museum".

En ellas, la voz de Matthew Bellamy recordó las dramáticas actuaciones de Thom Yorke, vocalista de Radiohead.

La oportunidad de hacer una gira mundial llegó a su puerta y con ella la oportunidad de llegar a una audiencia más numerosa.

El tour, que duró casi año y medio, les dejó la experiencia de un sonido en...

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