Narran vida en Pompeya

AutorMaría Elena Esparza

Pompeya y Herculano, las míticas ciudades arrasadas por la lava del Vesubio hace 2 mil años, son recreadas por el Museo Británico en una de las exposiciones más exitosas del verano londinense.

La cotidianidad, el lujo y la tragedia que se presentan en la muestra itineran por el mundo sin que una sola de las piezas salga de las salas del recinto gracias a Pompeii Live, iniciativa que llega a México el 26 de septiembre de la mano de Cinépolis.

En poco menos de dos horas, el espectador puede recorrer las salas guiado por expertos que van desde el director del Museo Británico o el curador de la muestra, titulada Vida y muerte en Pompeya y Herculano, hasta una jardinera que analiza los murales que decoraban los patios en las villas de estas metrópolis napolitanas o un chef que reinventa la receta de un pan que fue petrificado en el desastre.

Pompeii Live se ha exhibido en más de mil cines en 51 países de los cinco continentes desde el 26 de agosto y en México estará disponible en los complejos VIP Perisur, Samara, Universidad, Plaza Carso y Paseo Interlomas de Cinépolis, el 26 y 28 de septiembre.

El guión de la muestra, que abrió el 28 de marzo de 2013, adentra al visitante en la vida diaria de los habitantes de estas importantes ciudades del imperio romano a través de un paseo por las distintas habitaciones de sus hogares.

Inicia en el vestíbulo, que debía establecer el poder de la familia y mostrar su devoción a los dioses, para seguir en la habitación, que ilustra la importancia del erotismo en su arte, y llegar hasta la cocina y los jardines interiores, que fueron espacio de cultivo de plantas medicinales.

El viaje concluye en el drenaje, que no es tan desagradable como podría uno imaginar.

En realidad es una revelación porque en sus canales han sido halladas piezas importantes como vasijas, perfumeros e incluso joyas que estimulan la imaginación del arqueólogo Andrew Wallace, quien invita a la audiencia a preguntarse si es que sus dueños las tiraban al sentirse hartos de ellas o si serían los esclavos en un acto de venganza por algún maltrato recibido.

A detalle, los especialistas se detienen en algunas piezas singulares por su rareza o su estado de conservación.

Por ejemplo, un cofre de madera carbonizado con restos de vestidos, la llave que un habitante de Herculano cargó consigo al huir, pensando que regresaría a su casa, o lo más impresionante: cinco...

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