Paz Fernández Cueto / Veto al matrimonio gay en California

AutorPaz Fernández Cueto

La democracia se demuestra en las derrotas, cuando, ante los resultados opuestos que arrojan las urnas, se acepta con dignidad el interés manifestado por las mayorías. Creo que fuimos muchos los gratamente sorprendidos por John McCain cuando, al enterarse de que había sido el candidato perdedor a la Presidencia de Estados Unidos, pronunció un discurso lleno de nobleza. El reconocer el "valor especial" que la victoria de Obama representaba para los afroamericanos y el "especial orgullo que debían sentir esta noche" -anunciando además que había llamado a Obama para felicitarle-, cortaba por lo sano cualquier intento de protesta que pudiera suscitarse entre sus partidarios a quienes, por si fuera poco, les pidió apoyo incondicional para el futuro Presidente.

No creo que nos sea difícil imaginar cuál hubiera sido la reacción contraria, después de haber sufrido en carne propia las protestas del PRD ante las derrotas. Seguramente hubiera rechazado los resultados proclamándose víctima de un complot racial que calificaría de "blancofóbico" y, a continuación, habría convocado a sus seguidores a emprender un movimiento pacífico de resistencia civil, hasta ser reconocido su derecho a gobernar como "presidente legítimo".

Esta misma reacción -contraria a toda razón- se ha visto en el estado de California cuando la mayoría de los votantes aprobara, en las mismas urnas que eligiera a Obama, una enmienda constitucional que reconoce únicamente como matrimonio la unión entre un hombre y una mujer. Podría parecer sorprendente, sin embargo, ya en el año 2000 el matrimonio gay se había rechazado por referéndum en California con una mayoría del 61 por ciento. Esta decisión popular no fue reconocida por el Tribunal Supremo del estado que decidió, en mayo pasado, por cuatro votos contra tres, que las parejas del mismo sexo tenían derecho constitucional a casarse.

Quienes defienden el matrimonio entre un hombre y una mujer, por la sencilla razón de que la unión heterosexual sigue siendo la única forma de tener hijos comunes, razón por la que las leyes se meten en cuestiones relacionadas con la sexualidad y los afectos para regular el matrimonio, presentaron una iniciativa conocida como Proposición 8, con una enmienda a la Constitución del estado que debía votarse el mismo día de la elección presidencial. Esta propuesta, ampliamente debatida durante la campaña, ganó en las urnas por una mayoría del 52.5 por ciento, reafirmando así la voluntad popular que había sido...

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