Que no le gane el sueño
| Autor | Roberto Ramírez |
Para manejar seguro hay algo que es esencial, indispensable; no hablamos de utilizar el cinturón de seguridad o de contar con bolsas de aire o con ABS; sin duda, todos los anteriores son muy importantes elementos también, no obstante, lo primero es descansar bien antes de iniciar cualquier trayecto.
Manejar cansado, o con sueño, incrementa sustancialmente el riesgo de sufrir un accidente, que en la mayoría de los casos tiene consecuencias fatales, pues cuando una persona se queda dormida al volante (aunque sea por un par de segundos, es decir, la típica "cabeceada"), no tiene ninguna oportunidad de maniobrar o de frenar, factores que aumentan la intensidad de los impactos, y por ende, sus consecuencias.
Francisco Guerrero Campos, especialista en el tema, asegura que se le debe poner mayor énfasis al tema del descanso y a tratar de dormir bien, tal como se hace con otros padecimientos.
Según el especialista, un gran número de personas padecen de algún tipo de trastorno del sueño (apnea, insomnio o narcolepsia) y no están verdaderamente conscientes de ello, incluso se enteran hasta que alguien más se los dice, como en el caso de la apnea (ronquidos), o bien, hasta que sufren algún accidente a causa del cansancio.
"Es un tema que ha recibido poca atención por las autoridades de salud, por las autoridades del gobierno, pues sienten que hay otras prioridades, pero la realidad es que de manera indirecta los costos económicos y de salud para la sociedad son muy altos", indicó Guerrero.
Explicó que como trastorno del sueño se entiende, cualquier alteración del curso normal del descanso de una persona. Los más frecuentes son: insomnio, apnea obstructiva del sueño, síndrome de movimiento periódico de las piernas y la narcolepsia. los cuales son tratables en la mayoría de los casos, pero mucha gente no lo sabe.
Todos ellos tienen incidencia directa en el descanso de una persona y en la calidad de sueño de la misma, de manera que impiden que quien los padece descansen adecuadamente mientras duermen, como en el caso de la apnea, que es de los más comunes junto con el insomnio.
Guerrero Campos recomienda que una persona adulta duerma entre 7 y 8 horas diarias, aunque aclaró que es probable que haya gente que necesite dormir menos, o quien por el contrario, requiera de más horas de sueño, pero que por lo general se deben dormir 7 u 8 horas.
Factores de distracción
El entorno actual no ayuda mucho a descansar.
Arturo Homma, quien también es especialista en...
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