No te la juegues
Autor | Carlos Borboa |
Jamón cocido, embutidos y lácteos, entre otros productos procesados, deben desecharse al cumplir su fecha de caducidad o al mostrar signos de deterioro.
Lavar bajo el chorro de agua una rebanada de jamón con presencia de viscosidad o dorar en sartén una salchicha con rastros de lama no minimiza el riesgo.
"La leche tiene una fecha de caducidad clara, definida por pasteurización y empaque: una semana en vidrio o plástico y hasta seis meses en envase de larga vida", señala Javier de la Cruz, docente del Superior de Gastronomía.
"Una vez caduca, la leche desarrolla olores y sabores muy desagradables; aunque quisieras, no podrías consumirla", explica.
"Un caso diferente son los quesos. Les crecen hongos (no propios del estilo) y la gente los rasura y se los come. ¿Es válido? No, pues toda la pieza ya está llena de esporas no visibles. Posiblemente no te vas a enfermar de gravedad, pero ya no se trata de un alimento en estado óptimo".
¿Y LOS NO PROCESADOS?
Frutas, hortalizas, carnes, pescados, panes y todo tipo de alimentos frescos, no cuentan con una fecha de caducidad impresa y deben examinarse minuciosamente antes de consumirlos.
"¿Cómo saber que una manzana ya no es comestible? Por medio de una evaluación visual, táctil y olfativa. Lo mismo se hace con hortalizas y verduras.
"Un vegetal en descomposición presenta marchitamiento de hojas, olores putrefactos, reblandecimientos y mosca de la fruta".
"El pan de la panadería de la esquina también debe evaluarse en función de dureza, humedad, color y presencia de hongos. No hay que olvidar que, por mínimos que sean, indican la presencia de esporas en toda la pieza o bolsa.
"Los más riesgosos: los cárnicos, pues la sangre es sinónimo de presencia de bacterias. Los pescados y mariscos también, pues tienen una fecha de caducidad muy volátil".
Fuentes: Javier de la Cruz, docente de ciencias del Superior de Gastronomía, Profeco, FAO, y organización de consumidores de España
RIESGÓMETRO
1 PESCADOS Y MARISCOS
Rechaza: pescados con ojos opacos, escamas que se desprenden al tacto y película babosa en la piel; conchas abiertas y mariscos con coloraciones extrañas y olor desagradable Riesgo: enfermedades gastrointestinales e intoxicaciones serias, vómito, diarrea, fiebre
2 CARNE FRESCA
Rechaza: coloraciones verdes o marrones, olor putrefacto y textura babosa. Aves con olor desagradable y película babosa en piel y tejidos Riesgo: enfermedades gastrointestinales e intoxicaciones serias, vómito, diarrea, fiebre
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