'A mí no me mandaron a ser candidata'

AutorMartha Martínez

Los seis años que Alejandra Barrales perteneció a la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) fueron el trampolín que la catapultaron a la arena política, en donde ha sido diputada, senadora, secretaria de Educación Pública capitalina, presidenta nacional del PRD y, actualmente, candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Paradójicamente, fue descubierta por Andrés Manuel López Obrador, cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y Barrales pertenecía a un sindicalismo opositor al corporativismo priista. Desde entonces, la ex sobrecargo ha sabido aliarse con personajes capaces de impulsar su carrera política y, también, ha tenido la habilidad de alejarse de ellos.

Reconocida negociadora, llegó a dirigir el PRD -un partido de tribus- sin pertenecer a corriente interna alguna. Colaboró en diferentes gobiernos locales y fue integrante de la Asamblea, la Cámara de Diputados y el Senado con el apoyo de diversos grupos.

Pero su carrera política no ha estado exenta de escándalos, y sobre ella giran acusaciones de desvío de recursos y enriquecimiento inexplicable. Su departamento en Miami, su casa en Lomas de Chapultepec y la avioneta que alguna vez le regaló a su hoy ex esposo, el piloto Julio César Nicholson, son algunos de los temas que se han desenterrado en este proceso electoral.

Actualmente, la perredista busca convertirse en la primera mujer en gobernar la Ciudad de México. Su principal reto es conservar para el PRD el Gobierno de la capital ante el avance de Morena, partido que en su primera elección capitalina, en 2015, arrebató cinco delegaciones y la mayoría en la Asamblea Legislativa.

LA CANDIDATA

Alejandra Barrales dice sentirse satisfecha de que sean cinco mujeres -entre siete candidatos- quienes disputan el Gobierno de la Ciudad, pero reconoce que la contienda real es entre ella y Claudia Sheinbaum.

"Lo que sigue para los capitalinos es decir qué mujer es la que le conviene a la gente de esta ciudad, y creo que sí cuentan, no sólo las trayectorias, no sólo las propuestas, lo he dicho convencida: lo que cuenta, sobre todo, es cómo nos hemos comportado estas dos mujeres cuando hemos estado en cargos públicos", señala.

Sentada en una banca del parque contiguo al mercado de Azcapotzalco, en donde acaba de tener un acto de campaña, Barrales rechaza que el arribo de una mujer a la Jefatura de Gobierno modifique automáticamente la situación de la Ciudad. Eso, dice, sólo amplía las posibilidades de...

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