NOCHE Y DÍA / Cronista y guardián

AutorSergio González Rodríguez

Veinticinco años atrás ya era un profesor legendario en la Facultad de Filosofía y Letras. Su dominio de la literatura española y los cronistas de Indias era proverbial. Un día quiso trascender las aulas y llevar sus saberes a programas de radio y televisión. En la madurez descubrió que su empatía con el gran público le daba una oportunidad memorable. Se volvió una celebridad y, a partir de su encuentro con el diarismo, construyó su figura dentro de la prensa histórica del País.

Germán Dehesa representaba una afortunada mezcla de cronista de la vida pública y guardián de los ciudadanos. Su don para la ironía, la sátira y el humor de cualquier color lo hacía excepcional, sobre todo, en un medio político que vio decaer la esperanza democrática y permitió el ascenso de la mediocracia que generalizó el desastre actual de nuestras instituciones. Su fuerza crítica era un estímulo cotidiano para las expectativas civiles: estaba hecha de agudeza y equilibrio. Un entusiasmo a toda prueba que contrastaba con la mentira y la hipocresía imperantes.

El autor de libros como La familia y otras demoliciones, Viajero que vas y Fallaste corazón, pertenece a la gran tradición de la prensa en México que ha sabido honrar la literatura en cada escrito. Germán Dehesa, como Elena Poniatowska o Carlos Monsiváis, revitalizó el género de la crónica ante la esfera pública que, desde Salvador Novo, se había especializado en ser espejo del poder en turno. Lector implacable de los actos y discursos de la clase política, el creador de "La Gaceta del Ángel" trataba de compensar cada día, mediante sus comentarios corrosivos, los estragos contra la ciudadanía de poderosos y burócratas. Lo suyo era una escritura terapéutica y gozosa que incluía la comedia de la vida privada, el matrimonio, la familia, las costumbres.

Al margen de cualquier grandilocuencia, Germán Dehesa se sentía cómodo lo mismo en la escena teatral o bohemia, que frente al teclado de la computadora, o bien, ante el...

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