Noche y Día

AutorSergio González Rodríguez

Tepito: Mundo, pecado y carne

El motín en el barrio de Tepito de dos días atrás, y el operativo policiaco nunca visto, señala el inicio en la Ciudad de México de una tendencia que estaba latente -o vivía soterrada- y ahora ha explotado: el desarrollo de poderes barriales que disputan con el poder institucional el control y monopolio de la violencia en determinadas demarcaciones.

El motín, semejante a los que se han presentado en otras urbes del mundo, alcanza el rango de instrumento de resistencia y oposición orgánica a las autoridades. "Bienvenidos a la pesadilla", sería lema de estos episodios, como apuntaban los personajes de Escape de Nueva York, la película futurista de John Carpenter de la década de los 80 y su relato del apocalipsis por vía del crimen organizado.

La fama del barrio de Tepito, su envoltura romántica de "barrio bravo", de materia primigenia de una raigambre callejera, la resumió así el francés Phillippe Lacalmette en 1989: "Tepito, lugar mítico. Después de Los hijos de Sánchez de Oscar Lewis, el mundo entero conoce el nombre de este barrio mexicano. Toda una imaginería filosa se ha constituido a su alrededor: robo, prostitución, pobreza, drogas, inseguridad" (Mexico. Entre espoir et damnation, Autremont, 1989).

Si se sigue el trazo planteado por el politólogo francés, el registro mitológico de Tepito, ese conjunto de representaciones que pasan por la literatura, la prensa y el cine, ha mostrado tres etapas en los últimos 30 años: la primera sería la que va desde el escándalo público que despertó la salida del libro de Oscar Lewis en 1964, cuando la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística denuncia al antropólogo -y el editor Arnaldo Orfila Reynal se ve obligado a renunciar como director del Fondo de Cultura Económica- por "denigrar a México", hasta la aparición de la novela Chin Chin el teporocho de Armando Ramírez en 1971. A ésta, le seguirán dos obras: Crónica de los chorrocientos mil días del barrio de Tepito de 1972 y El regreso de Chin Chin el teporocho de 1978.

Tepiteño de origen, Ramírez relata en su primer libro las aventuras y desventuras de un grupo de jóvenes, la vida cotidiana, el habla, los espacios, los contrastes sociales, el ocio y el descubrimiento de la sexualidad en tal barrio. Allí está el registro de la pugna generacional contra la policía.

"-¡Córrele la tira! Ruben se levanto corriendo", escribe el narrador con su peculiar grafía, "todos juntos nos metimos a nuestra vecindad, cerramos el...

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