Noche y Día / Erotismo e Internet
| Autor | Sergio González Rodríguez |
El esquema primordial que oculta el deseo de develar, y cuya expansividad contagia lo mismo la búsqueda de la belleza que el frenesí de lo visual en el mundo contemporáneo, es el mito de Diana y Acteón.
Así apunta Pierre Klossowski su argumento sobre Diana y el demonio (daemon) necesario, que debió intermediar para que la diosa se manifestara ante hombre: "por medio de su cuerpo aéreo, el demonio simula a Diana en su teofanía e inspira a Acteón el deseo y la esperanza insensata de poseer a la diosa. Se convierte en la imaginación de Acteón y en el espejo de Diana" (cf. El baño de Diana, Tecnos, 1990). En la actualidad, Internet jugaría el papel demónico, o interfase, entre el objeto del deseo y el internauta deseante.
Las cifras calientes. Se ha estimado que uno de los rubros de mayor crecimiento de gasto a nivel mundial serán los negocios de sexo en la Red. De acuerdo con los cálculos del grupo Exopaterra, tal industria se incrementará en los siguientes dos años hasta alcanzar un volumen de 24 mil millones de dólares en todo el planeta.
Los datos provienen de cruzar el potencial de usuarios de Internet, que se sabe serán unos 300 millones hacia el 2002, y la proyección de las ganancias de la industria del sexo en Internet. Los mercados que mejores perspectivas de lucro tienen son los pertenecientes a las regiones de Europa y el Pacífico asiático, así como el eje Estados Unidos, Canadá y México.
La industria del sexo incluye diversos servicios, todos ellos interconectados: pornografía en línea, servicios de acompañantes (escort), citas, atenciones telefónicas (hot line) o domiciliarias, venta de fármacos, hormonas, artilugios sexuales, ropa de alcoba y accesorios para el cuerpo.
Asimismo, se agregan las terapias sensoriales, los clubes de encuentro, el turismo sexual, los chats grupales, los grupos de alta privacidad para prácticas específicas (swingers o intercambios de pareja, sadomasoquismo, bisexualidad, etcétera) y, desde luego, la oferta de libros, revistas o videos.
Dicho estudio estima que para el 2002 habrá casi 273 millones de internautas en el planeta, que son los que gastarán 24 mil millones de dólares (cf. "Prevén alza del gasto en la industria sexual en la web", "El Financiero", 27 de marzo del 2000). La mitad de éstos provendrá de los consumidores norteamericanos.
Para México, hacia el mismo año, el estudio proyecta 3.8 millones de usuarios en la Red, y su gasto en el negocio del sexo será de 250 millones de dólares. Hacia el...
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