Cine Qua Non / Retrato de un romance disfuncional en Suecia

AutorRicardo Pohlenz

No hay mucho que decir todavía de la trayectoria del joven realizador sueco Daniel Lind-Lagerl"f. Más allá de algunos trabajos policiacos televisivos, su filmografía se reduce a tres filmes, comedias -si cabe calificarlas en algún género- con su dosis de romance que retratan situaciones fuera del orden de lo común (con cierto valor ejemplar). En eso no dejan de tener algo de sus sucedáneos hollywoodenses, se les podría incluso tachar de émulos de tales producciones si no fuera, más allá de que hablan en sueco, por ese candor a cámara que las señala y distingue. No se trata, todavía, de un realizador que venga a tomar el relevo de Bergman en el cine escandinavo, su trabajo resulta bastante convencional, aunque no deja de haber, en algunos juegos y emplazamientos de cámara, una tensión que desborda -formalmente- los contenidos, como un amago que promete algo que nunca llega a pasar en pantalla.

En su cinta De Confesiones y Cosas Peores (Miffo, 2003), Jonas Carlsson encarna a Tobías, joven sacerdote a quien se le ha encomendado una parroquia en un barrio venido a menos. Lo que no se espera es que nadie acuda al oficio, por lo que decide hacer una infructuosa labor pastoral de puerta en puerta. En tales lides conocerá a Carola (Livia Millhagen), una muchacha parapléjica que vive con su madre y padrastro, que primero le bajará una lana -a manera de subsidio- para luego convertirse en su interés amoroso (antes de cualquier escándalo, cabe recordar que la Iglesia Sueca permite que sus sacerdotes se casen). Los obstáculos para la pareja no se hacen esperar. Las diferencias de clase, el hecho de que ella esté reducida a una silla de ruedas y las buenas...

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