Norma Domínguez/ De la crisis económica al colapso político-social

AutorNorma Domínguez

Cinco Presidentes en menos de dos semanas son parte del resultado de una crisis social, política y económica sin precedentes en una Argentina que acaba de declarar la mayor suspensión de pagos de la deuda pública de la historia.

Cuando el 19 de diciembre el Presidente Fernando de la Rúa anunció, pasadas las 22:30 horas, que implantaba el estado de sitio sin dar ninguna señal política que contuviera el desasosiego popular frente al hambre, la inseguridad y el vacío de poder, fue el principio del fin.

La clase media porteña comenzó a movilizarse pacífica y espontáneamente y, cacerolas en mano, copó las calles.

Luego vino la violencia y el caos institucional: De la Rúa abandonó la Casa Rosada en helicóptero y por la terraza, otorgándole a la ya difícil situación un toque de dramatismo extra y plagado de detalles inesperados, como la renuncia de tres párrafos escrita de puño y letra, y su salida de la casa de Gobierno de la misma forma que ,durante el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, lo hizo la entonces Presidenta Isabel Perón.

Difícil es entender cómo se llega del sueño del "Gobierno progresista" que representó en 1999 la Alianza (una sociedad entre la centenaria Unión Cívica Radical y el partido centroizquierdista Frepaso) a la pesadilla de un país devastado por una violencia inusitada que hasta ahora lleva capitalizados 29 muertos, cientos de heridos y más de cuatro mil detenidos por la Policía, tras los desordenados 740 días de Gobierno delarruista.

En ese periodo, la Alianza oficialista cayó en desgracia cuando el frepasista Carlos Alvarez renunció a la Vicepresidencia; hubo tres Ministros de Economía, empezando por José Luis Machinea, siguiendo por Ricardo López Murphy (quien apenas anunció su plan de ajuste al gasto público fue desplazado de su cargo por el propio radicalismo), hasta llegar a Cavallo, padre de la política monetaria de "convertibilidad" creada durante la era menemista, quien agotó nueve meses de gestión al tiempo que la deuda pública y la desocupación crecían a índices inéditos.

Con su partido dividido y en soledad, los desaciertos y la ingobernabilidad llevaron a los argentinos a apoyar en las elecciones parlamentarias del 14 de octubre a la oposición justicialista -el partido fundado por Juan Perón-, que logró la mayoría en ambas Cámaras.

Descontento general, huelgas nacionales, bloqueos de rutas y caminos y el fenómeno de los saqueos, fueron, más o menos en ese orden, la evolución del conflictivo contexto...

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