Nostradamus: Cinco siglos de condena
| Autor | Kala Ruiz |
Michel Nostradamus nació el 14 de diciembre (1503-1566), en la provincia de St. Remy, Francia, 11 años después de que Cristóbal Colón descubrió el Nuevo Mundo. Su familia se convirtió del judaísmo al cristianismo en 1502, como resultado de las persecuciones en la ascensión de Luis Xll (época de la Inquisición). Su abuelo lo introdujo desde pequeño en el estudio de la astrología y astronomía, latín, griego, hebreo y matemáticas. Sostuvo la teoría copérnica, de que el mundo era redondo y que la tierra giraba alrededor del Sol, más de 100 años antes de que Galileo fuera ejecutado por la misma creencia. Estudió medicina en la famosa universidad de Mont Pellier, Francia (1522).
Las visiones proféticas de Nostradamus contienen 942 poemas crípticos llamados Centurias. Nostradamus escribió versos de cuatro líneas, Qautrains (cuartetos). Muchos de sus contemporáneos se referían a él como el profeta de la condenación, ya que sus visiones involucran la guerra y la muerte. Profetizó el gran fuego de Londres (1666), la Revolución francesa, el nacimiento y ascenso del poder de Hitler, el asesinato de John F. Kennedy y la destrucción del trasbordador espacial Challenger, entre otras predicciones.
Nostradamus empezó a escribir sus versos proféticos en la ciudad de Salon, en 1554. Las Centurias fueron publicadas en 1555 y 1558 y han sido reeditadas desde entonces. Su libro llegó a ser sumamente popular entre los europeos literatos y estudiosos del momento, tanto, que la Reina francesa Catherine de Medici lo invitó a su corte en París (1556).
Predijo su propia muerte, cuando su asistente le dio las buenas noches el 1 de julio de 1566, Nostradamus le contestó: "No me encontrarás vivo cuando salga el Sol". Fue encontrado muerto en la mañana del 2 de julio . Durante su vida, la muerte negra (la peste bubónica) mató a la cuarta parte de Europa. No es sorprendente el terror apocalíptico impreso en los cuartetos de Nostradamus. Es indiscutible que su visión era sorprendentemente adelantada para su tiempo, sobre todo en la práctica médica.
Por las noches, sentado frente a un pequeño plato con agua, donde se reflejaban las visiones con la ayuda de una vela, e ingiriendo hierbas estimulantes, Nostradamus tenía las visiones que después recolectaría en verso. Algunas de sus revelaciones son escalofriantes, descripciones literales de eventos, dando nombres específicos o muy cercanos a lo específico, locaciones geográficas, configuraciones astrológicas y algunas veces...
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