Novela Reig la Transición

AutorSilvia Isabel Gámez

Nació en zona roja, Asturias, y eso marca. Rafael Reig es de estirpe comunista, insiste en creer que un cambio social es posible.

Esta es la razón principal para que el escritor apoye el radicalismo de su personaje Rosario, por considerarlo congruente con su búsqueda de un mundo más justo, lo que no sucede con los empresarios y políticos que cruzan la novela Todo está perdonado.

"Rosario es alguien que se equivoca, pero en la dirección correcta", define. "Y eso es preferible que acertar en la dirección equivocada".

A Reig, la palabra patriotismo le dice poco. Aunque su novela está estructurada en torno al triunfo de España en la Eurocopa de 2008, no hay que engañarse. Sus crónicas proceden de la hemeroteca, no de su pasión futbolera.

"A mí, aquella hemorragia de euforia nacional me daba hasta un poco de vergüenza", dice. "Siento que el futbol es una especie de religión, un engañabobos para tener a la gente contenta".

Todo está perdonado, obra ganadora del VI Premio Tusquets Editores, transcurre en un

Madrid navegable, un decorado que le permite, por momentos, dar un tono onírico a la narración. "Creo que el realismo solo no basta, y la fantasía sola tampoco".

Desde el título, la novela anuncia su ironía, que se sirve mezclada con una buena dosis de género negro y un toque de ensayo. Reig inserta en la trama una amarga crónica de la Transición española, donde a los personajes de ficción se suman nombres reales para dejar claro que, tanto en democracia como en dictadura, mandan los de siempre.

En aquellos tiempos, el escritor pensaba, como muchos, que España se convertiría en una república federal, por eso el rey fue bautizado como Juan Carlos I, el Breve, pero el cálculo falló... "La Transición se convirtió en transacción".

Eso dio como resultado, afirma, que las heridas causadas por la Guerra Civil y el largo periodo franquista aún permanezcan.

"En España nada está perdonado. La Transición fue eso, un decir 'todo está perdonado y hemos cerrado las heridas', pero no, las hemos tapado. Las heridas siguen abiertas, y así no curan ni cicatrizan".

El personaje de Carlos Clot, un detective a la Raymond Chandler -solitario, desesperanzado, leal y bebedor-, vuelve en Todo está perdonado, después de aparecer en dos novelas anteriores de Reig: Sangre a borbotones y Guapa de cara.

En esta nueva novela, Clot va ganando terreno hasta volverse central en la trama.

"La historia empieza con la clase alta, las buenas familias...

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