ENTRE PARÉNTESIS / De la Torre, el troglodita

AutorDavid Martín del Campo

María Luisa "la china" Mendoza lo bautizó con un remoquete mordaz. Al enterarse que ese promisorio escritor laboraba en la Refinería 18 de Marzo, lo calificó como "el obrerito mundial". Tal es la leyenda, a la que habría que añadir su tosquedad. A Gerardo de la Torre se le estaba preparando un homenaje nacional ahora que ha cumplido 75 años y 50 como escritor. Como los organizadores del evento obraban en secreto para regocijarlo con la sorpresa, el muy troglodita ordenó cancelar la ceremonia. A él, nada. Que lo dejen en paz.

La mayoría de los autores de su generación proceden de las recias salas de redacción, cuando no de las aulas universitarias. Muchachos con buena formación y viajes a París. Contra ellos debió bregar el oaxaqueño De la Torre, zambulléndose materialmente como autodidacta en el océano de las letras.

A punto de cumplir los 30, Gerardo renunció a su puesto en la refinería, donde sus compañeros hacían mofa de sus relamidos afanes. Cuentan que en el estudio de Juan José Arreola, donde aprendía, fue expulsado una mala tarde cuando el mentor descubrió que el aventajado muchacho había birlado algunos tragos a su botellita de "jarabe para la tos" en la alacena. Pero aprendió, y mucho.

Emparentado con el precoz José Agustín (De la Torre se había casado con la hermana del escritor), muy pronto conformaron un grupo generacional que se dio en llamar "de la onda", y que agrupaba además a los innovadores Gustavo Sáinz, Parménides García Saldaña y René Avilés Fabila. Jóvenes escritores de aquel 1962 que irrumpieron en el medio dominado entonces por Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Agustín Yánez, José Revueltas y Luis Spota, quienes a su vez habían hecho trizas el cepo de "la novela Revolución".

En aquel tiempo De la Torre se estrenó como autor al publicar su libro de cuentos El otro diluvio, al que seguirían la novela Ensayo general (1970) y los cuentos de El vengador (1973). Eran los días en que Gerardo se restregaba por última vez el alquitrán de su overol verde. Muy pronto destacó por su estilo, que es "duro" a lo Hemingway y Norman Mailer, aunque a ratos (como a todos) lo vence la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR