Un nuevo frente contra las tabacaleras

AutorNilda Navarrete

Centroeuropa

Dos antiguas repúblicas soviéticas de Asia central, Kyrguistán y Tadjikistán, presentaron recientemente una demanda contra las compañías tabacaleras de Estados Unidos, acusándolas de ser responsables del deterioro de la salud en esas naciones debido a su agresiva campaña para que la gente fume, y exigen una indemnización millonaria.

Kyrguistán y Tadjikistán se unieron así a Guatemala, Venezuela, Ecuador, Rusia, Ucrania y dos estados federales de Brasil, que han iniciado acciones legales contra la industria del tabaco en Estados Unidos, al amparo de un acuerdo logrado en 1997 entre las grandes tabacaleras y 50 estados de la Unión Americana.

Hasta el momento, ningún país extranjero ha ganado un juicio, pero de lograrlo podrían recibir decenas de millones de dólares, según fuentes judiciales.

Las firmas acusadas, entre las que figuran Philip Morris y R.J. Reynolds, se niegan a admitir culpa alguna.

"Estamos tratando de que el caso no llegue a los tribunales", aseguró Michael York, representante de Philip Morris, consciente de que un fallo no necesariamente podría ser favorable, tomando en cuenta el antecedente de un caso en Florida, que les costó una multa sin precedente en la industria mundial del tabaco.

Bases de la demanda

Joe Raia, cuyo bufete legal representa a kirguisios y tadjikos, explica que se ha elegido a Florida por los antecedentes favorables que existen en este estado de la Unión Americana, que concedió recientemente 145 mil millones a un grupo de personas que presentaron una demanda judicial en reclamo de los daños a su salud ocasionados por el consumo de tabaco.

Raia precisa que no se pide una suma fija, sino que se apliquen los estándares que los Jueces han utilizado en casos anteriores, en los cuales se comprobó que Philip Morris y R.J. Reynolds vendían sustancias tóxicas en algún grado y que causaban adicción a expensas de la salud humana.

¿Por qué sólo indemnizar a los estadounidenses?

El argumento que esgrimen los antiguos países socialistas es que en cada uno se han truncado millones de vidas humanas debido a la apabullante maquinaria propagandística que las empresas tabacaleras mudaron hacia el este de Europa tras la caída del comunismo, y que la gente joven recibió como un mensaje de "las costumbres occidentales", con graves consecuencias de muerte y reducción en la esperanza de vida.

El hecho ha sido reconocido por Martin Feldman, analista de la industria tabacalera estadounidense, quien estima que la...

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