El objetivo, la felicidad

AutorRubén Hernández

El reconocido arquitecto Ricardo Legorreta habla del móvil e inspiraciones para crear innumerables espacios mexicanos, durante su charla en torno a su obra en el Museo Regional de Guadalajara, Jalisco.

Una de las recientes distinciones otorgadas en 1999 a este arquitecto, reconocido en todo el mundo, ha sido la Medalla de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA). Esta presea fue creada en 1984 para honrar a un arquitecto o grupo que se distinga por su obra y por la calidad de los servicios cumplidos en favor de la sociedad.

"Este premio ha sido más bien para un equipo. No es posible pensar en la arquitectura contemporánea sin tomar en cuenta una labor de equipo. Creo que, por otro lado, destaca que siempre ha sido un trabajo realizado con amigos. Aparte de

ello, con gran entusiasmo me he movido a partir de mi gran amor por México. Soy a fin de cuentas, un romántico empedernido", apunta Legorreta.

Para el creador del Hotel Camino Real y del Club Med de Huatulco, los tiempos actuales animan a una reflexión sobre el quehacer arquitectónico. Rememorando las palabras de Carlos Fuentes, subraya que el Siglo 20 se ha mostrado corto, pero cruel. Ha sido tiempo de avances tecnológicos. Pero, del mismo modo, se ha visto desperdiciado en 12 guerras sangrientas y 45 guerras frías.

"Es un siglo que se ha abierto con nacimientos a la luz de la vela y que termina con el vuelo del Concorde. Precisamente ante estos cambios, vale la pena preguntarnos cuáles han sido las verdaderas contribuciones de los arquitectos para la humanidad, sobre todo en una época en que el oficio ha alcanzado notorios niveles de egolatría y servilismo", resalta.

Legorreta apuesta por un compromiso con la sociedad. En continua referencia a su gran amigo, el también arquitecto Charles Correa, insiste en que el oficio debe recuperar su espíritu de servicio hacia la comunidad, resolver los problemas inmediatos de vivienda y, sobre todo, cumplir la ancestral ilusión de hacer feliz a la gente.

"Cuando se vive en un país pobre, no tiene uno el derecho de olvidarse de la realidad. El maestro José Villagrán me hizo una advertencia importante que cada vez resulta más valiosa: 'Ricardo, diseñe para México', me comentó en cierta ocasión", repara.

Memoria Reciente

La pasión, sin embargo, supera las fronteras. El trabajo del arquitecto se ha posicionado igualmente en el extranjero...

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