De la obra a la escuela
| Autor | Alejandro Ramos |
Trabajan de lunes a sábado y duermen en las obras, pero a su vida le han sumando conocimiento y disciplina.
Se trata de los albañiles y de mujeres dedicadas a la limpieza que toman clases al concluir su jornada y buscan terminar la primaria y secundaria.
El esfuerzo implica dos horas en un aula improvisada, la cual es habilitada por los desarrolladores de la obra, quienes también contratan a un profesor o profesora. Además, con ayuda de los materiales didácticos que les entrega el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), pueden desarrollar el objetivo académico.
Aunque también hay casos en que gente mayor de 50 años toma clases para aprender a leer y escribir.
Detrás de este esfuerzo, en el que desde 2006 se han graduado de primaria y secundaria 350 trabajadores de la construcción, se encuentra la acción de Construyendo y Creciendo, AC., fundada por José Shabot Cherem, joven ingeniero de 27 años de edad.
"Tenía 20 años cuando me decidí a crear Construyendo y Creciendo, y lo hice porque fui conociendo que muchos trabajadores tenían problemas para hacer cuentas y para leer y escribir, y algunos, eran analfabetos.
"Observé a mucha gente joven, de entre 15 y 25 años, que habían abandonado sus estudios en sus estados de origen debido a las precarias condiciones económicas en sus hogares", comentó Shabot.
"Entonces", agregó, "se me ocurrió educarlos dentro de las mismas construcciones y darles una mejor posibilidad para conseguir un mejor trabajo. El arranque no fue fácil, pues el modelo no lo tenía bien definido, y en un principio encontramos a una fundación con un sacerdote jesuita, pero el método de alfabetización no era escalable para los albañiles".
Después, Shabot acudió a la SEP, y el entonces Secretario Reyes Tamez -en el sexenio de Vicente Fox- apoyó la iniciativa y lo ayudó a impulsar el programa y lo canalizó al INEA.
"Establecimos un convenio con el INEA: nosotros buscamos y pagamos los maestros y la institución nos ayuda a capacitarlos, nos da materiales, como libros gratuitos y viene personal a presentar exámenes a las construcciones y a entregar certificados cuando concluyen sus estudios. Las clases son de 17:00 a 19:00 horas", expuso.
Shabot reconoció que aún hace falta más apoyo de los constructores, pues de lo que se trata es de que en cada obra se abra un aula.
Dijo que han tenido deserciones y trabajadores que se dan de baja, ya que la construcción es un medio con mucha rotación.
"Lo que si han logrado los...
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