Obsesión por el realismo

AutorRicardo Pohlenz

La vocación documentalista que tiene el austriaco Ulrich Siedl invade a sus largos de ficción como una forma de impertinencia irremediable. No se trata de saber si pudiera contenerse a tal respecto: se deja sentir una necesidad puntillosa por alcanzar un realismo que no siente posible en términos convencionales. Por lo mismo, se vale de actores no profesionales. Ya lo había hecho con sus Días Perros (2001), retablo grotesco de un suburbio vienés durante una ola de calor, y lo vuelve a hacer en su nueva película Import Export (2007), donde, siempre con una nota de humor negro, hace denuncia de vidas al margen: sea una joven enfermera ucraniana (Ekaterina Rak) que, después de un intento fallido en la pornografía en internet, decide dejar a su hijo al cuidado de su madre para irse a buscar trabajo como criada en Viena; sea un joven austriaco (Paul Hoffman) que pierde su trabajo como guardia de seguridad cuando una pandilla lo encuera y lo amarra a un poste y no tiene más remedio que acompañar a su padrastro (Michael Thomas) a Ucrania, lugar donde regentea expendedoras de dulces y máquinas de juego.

Seidl se quejó de que las ucranianas se adaptaban demasiado rápido a la vida austriaca igual que la "frescura de vivir en una tierra desconocida" que necesitaba para su actriz. Buscaba "una actriz que jamás hubiera pisado Occidente" y su necesidad por capturar "emociones y experiencias que fueran brutalmente auténticas" lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR