EL OJO BREVE / Lo político común

AutorCuauhtémoc Medina

29 Bienal de Sao Paulo: "Hay siempre un vaso de mar para un hombre navegar", Parque Ibirapuera, Sao Paulo, Brasil, hasta diciembre 12

"Es verdaderamente imposible disociar arte y política", afirman Moacir dos Anjos y Agnaldo Farias en la premisa de la 29 Bienal de Sao Paulo. Una maldad más o menos cultivada incita a contestar: "sí se puede, de hecho ese es el problema". El mundo del arte actual aparece hoy consensuado por su vaga politicidad.

Así como la estructura del modernismo imbuía en los participantes del juego artístico de una pasión por la especificidad del desarrollo y autocrítica de los medios, hoy por hoy el rango medio de la condición artística en la etapa post-aurática, es su inserción en una cierta alusión distante al conflicto social, la memoria histórica cada vez menos riesgosa de los regímenes dictatoriales, y la intervención evanescente de las estructuras sociales, comunidades y geopolíticas. Pero no hay algo distintivo, una toma de partido, un lanzamiento perfilado o históricamente determinante en esas temáticas per se.

Lo que la actual Bienal de Sao Paulo destila es la obsolescencia devenida en ortodoxia del proyecto de lo "político-poético" cuando carece de referentes específicos. La principal traducción de "lo político" en la bienal (sino es que en el género) es la reiteración de círculo vicioso que regresa a "los años sesenta" como un referente genealógico de "lo utópico", como si el recuerdo de obras de artistas como Oscar Bony, Marta Minujin, Antonio Diaz, Lygia Pape, Godard o toda clase de "juegos" participativos fuera un garante genealógico de radicalidad.

Especialmente problemática es la forma en que la bienal planteó un paralelo histórico entre la reacción ante los crímenes de la dictadura Brasileña, tal como aparece aludida en la obra de Oiticia, Barrio, Meireles y la escritura de Clarice Lispector, y la pintura de Gerhard Richter sobre la muerte de los presos de la Bader Meinhoff. La forma en que política está aquí ligada a visualización del cadáver radical, es inquietante, en cuanto ocurre sin especificar los dilemas que esas imágenes...

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